La importancia de la recuperación del manto en los perros

El pelo de nuestro perro es más que la base de un peinado, o su color. Su función es fundamental, y la recuperación del manto, un gran trabajo.

Alma Ruiz, Estilista Canino Profesional

Cuando hablamos del pelaje de los perros en términos un poco más profesionales, escucharás comúnmente la palabra “manto”. Como tal, es una forma técnica de llamarle a todo el pelo, pero comprendido como una unidad, como cuando hablamos de la piel y le decimos la dermis o la epidermis.

El manto, a diferencia del cabello en nuestra cabeza, tiene un impacto mucho mayor que el estético cuando se pierde, o cuando hay zonas en donde se encuentra muy dañado. El daño puede ser por problemas metabólicos, pero en realidad son los menores casos, casi siempre es un efecto del descuido, la falta de atención o hasta el abandono.

La capa de pelo que cubre a nuestro perro es el manto, pero cuando se le cae o lo muda normalmente, no diremos que pierde “su manto”, ese sí sería solamente “pelo”.

Por eso, al hablar de rescatarlo, o más aún, recuperarlo, estamos haciendo algo definitivo que incidirá en la salud de nuestros amigos caninos.

Rescatar el manto implica sólo desenredar el pelo con nudos tratando de no romperlo y maltratando lo menos posible. Este proceso se puede llevar a cabo en una o varias sesiones, buscando siempre el bienestar del  peludo, evaluando el comportamiento, lo delicado de su piel y qué tan mal sea el escenario. No todos los peludos son aptos para este servicio.

Y en el nivel más intenso, recuperar el manto se refiere a volver a adquirir el pelo característico de una raza desde su textura, color, largo y volumen. Este procedimiento se puede dar en meses, o hasta años, y se puede requerir de varios productos, herramientas y profesionales, tanto en área médica veterinaria como en área estética o de higiene.

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