Charles Darwin fue el primero que pensó que los canes experimentaban amor, siendo los únicos animales que podían sentirlo, lo que generaba esa relación tan cercana con ellos. En 2015, Miho Nagasawa y sus colegas hicieron un experimento: rociaron oxitocina, la “hormona del amor”, en la nariz de algunos perros y midieron la mirada cariñosa entre éstos y sus propietarios, luego midieron la hormona en la orina de sus humanos: los niveles eran altos, descubriendo un afecto de manera recíproca.
OTRAS ESPECIES COMPITIENDO POR TU AFECTO
Sin embargo han surgido otros estudios que demuestran un comportamiento comunicativo intencional en caballos, o una gran afinidad de las cabras hacia las personas, ya que tienen capacidad para formar vínculos y comunicarse de forma compleja con humanos, y nos tratan como socios potenciales para resolver problemas.
Los perros tienen los puntajes más altos de inteligencia, lo que nos hace amarlos, más cuando saben hacer trucos. Pero un estudio de 1970 demostró que las vacas podían orientarse en un laberinto como los canes (y confundirse menos que los niños). Otro estudio de la Universidad de Newcastle, mostró que más de la mitad de los productores lecheros encuestados amaban a sus vacas. Pero, ¿ellas los amaban recíprocamente?
Para que se desarrolle una relación humano-animal, este último debe tener poco miedo al primero, y el tiempo juntos debe traer una alta percepción de experiencias positivas. Se probó el efecto del trato positivo sobre el rendimiento y el comportamiento de vacas lecheras; se usó una prueba de caricias estandarizadas para ver si volvían por más y lo hicieron: la mayoría disfrutaba del contacto humano. Granjeros que han tenido vacas y perros afirman que se parecen mucho, solo cambia el tamaño.
En 2015, investigadores franceses demostraron que las ovejas también son aficionadas a interacciones posivitas similares, e incluso se vuelcan ligeramente hacia abajo al acariciarlas (es decir, lo disfrutan).
MÁS ALLÁ DE LAS MASCOTAS COMUNES
Todavía desconocemos todas las habilidades de otros potenciales amigos animales. Hay más de cien especies que muestran inteligencia, comunicación y personalidades diversas, compatibles con la humana, desde el pulpo hasta el rinoceronte (no tan recomendable por seguridad).
Irene Pepperberg ha pasado 30 años trabajando con Alex, un hermoso loro gris que nos enseña sobre inteligencia en aves. Hay ratas que disfrutan les hagan cosquillas (¡hasta ríen!, pero a frecuencia inaudible). Y las ovejas pueden reconocer fotos de sus pares y humanos, interpretando estados de ánimo. O palomas que superan a estudiantes de arte en distinguir entre un Picasso y un Monet.
LOS ANIMALES Y NOSOTROS
Es tranquilizador saber que las cabras, las ovejas, los caballos, las vacas y otros animales son muy inteligentes y pueden obtener ayuda de los humanos cuando así lo requieren porque confían en nosotros. Y de existir un boom en su popularidad, ¿crees que derribarían a los perros en el puesto del mejor amigo del hombre? Es una gran incógnita. Hasta la próxima.
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