El mantenimiento de las uñas es un tema muy importante que va desde lo estético, claro, hasta lo funcional.
Alma Ruiz, Estilista Canino Profesional
A veces, nuestros animales empiezan a modificar la forma en que pisan, lo que podría derivar en un problema ortopédico serio, de difícil corrección y mayores consecuencias de largo plazo. En otros casos, la uña de los dedos accesorios crece de manera circular, provocándole una llaga o en casos serios, perfora el tejido conforme crece.
Y otro gran problema de la falta de corte frecuente, es que el tejido irrigado dentro de la uña (sí, ese que sangra) crece más y más, haciendo que en cierto punto sea casi imposible cortar sin tener sangrado.
Cuando es esta la situación, acude con un profesional, pues debajo de ese crecimiento externo, está también el desarrollo de tejido interno que puede sangrar, doler o infectarse, y quienes nos dedicamos a esta profesión podemos ayudarte para reducir riesgos y molestias.
Pero si aún la situación no es tan complicada, puedes de todas formas ayudar en mucho a que el próximo corte sea menos complicado con una costumbre sencilla: ¡agarrarle las uñas!
Acostúmbralo a ser tocado
No es común que sus dedos sean manipulados de manera individual y ellos rara vez ponen atención a ese nivel de detalle, por lo que les resulta incómodo y hasta un poco temible cuando tenemos que hacerlo.
Si te acostumbras, y a ellos por supuesto, a tomar sus uñas de vez en cuando mientras están en una simple y franca sesión de caricias, comenzarás un proceso de desensibilización que será de mucha ayuda más adelante.
Tomas su dedo, acarícialo, divide sus gomitas suavemente, y acarícialo. Toma sus uñas, y acarícialo. Incluso puedes fingir un poco como si tus dedos fueran una tijera y cortaras su uña con un ‘clic’ falso de tu boca… y lo acaricias.
Dentro de poco, cuando el toque un corte real, será más sencilla esta manipulación, y el éxito del procedimiento será mayor.
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