Aprende a entender los gestos de tu perro

Los perros utilizan muchas formas para comunicarse contigo, uno es el lenguaje gestual, que es uno de los más socorridos. Conoce un poco más cómo identificarlo.

Los perros son más dependientes del hombre y por ello han aprendido a comunicarse mejor con ellos. Recuerda que cada animalito es un mundo y solo identificando el comportamiento del tuyo podrás comprenderlo mejor, esta es solo una guía.

Posiblemente sea la mascota con el mayor grado de comunicación con los seres humanos y sus gestos siempre nos querrán decir algo. Algunas veces cuando esos gestos no son “traducidos” es cuando aparecen los ladridos.

¡Quiero salir!

Aunque pareciera, casi nunca querer salir es un capricho para tu perro. Generalmente si insiste en que le abras la puerta es por una necesidad mayor, ya sea ir al baño o tener que estirar las piernas o quemar energía. Para el primer escenario estará nervioso pero no se moverá mucho, posiblemente emita un quejido, similar a un llanto. Para el segundo caso te seguirá por toda la casa, señalará la puerta y estará muy inquieto, con mucha energía en su interior que necesita expulsar.

¡No quiero ir!

Tirarse de panza al piso o congelarse es la forma poco sutil de decirte que no quiere ir por ese camino. Aquí puede ser por su gusto por recorrer otro camino o que el que estás queriendo tomar le trae malos recuerdos, como que es la calle del veterinario.

Insaciable de las caricias

Aquí se pintan solos y pocas veces son sutiles. Cuando quieren atención podrán interponerse en lo que haces, entre tus manos o bajo tu brazo, todo para recibir cariño. Otra herramienta es lamerte para que comprendas que desea ser acariciado o hasta empezarse a desesperar si no logra lo que quiere en ese momento. Los perros buscan, antes que el placer físico o lo reconfortante, el sentido de pertenencia, por lo que muchos de esos mimos solicitados son solo para sentirse parte de la familia, ser tuyo.

Tengo hambre… o sed

La mayoría de los perros inician por pequeñas miradas de amor para anunciar que quieren comer, pasando casi de inmediato al “cacerolazo”, que es cuando empiezan a golpear contra el piso sus platitos de agua o comida. Y no es que quiera desesperarte con el tintineo hasta que cedas, para ellos es la forma de comunicarte que algo falta ahí, en el plato, para que sepas con exactitud dónde requiere tu participación.

Ábreme la puerta

Dependiendo del tamaño y dinamismo de tu perro, tendrá dos formas claras para pedirte abrir una puerta. La primera es el rascar con las patas la puerta intentando “derribarla”. Aquí es donde la mayoría de los canes se llevarán un regaño pensando lo hacen por destructivos, pero debemos comprender que los perros no son conscientes del precio de los objetos y no lo hacen por arruinarlos. Para ellos, rascar la puerta es derribar el muro que los separa del otro espacio, no se detienen a pensar más. Rascar es muy común en perros pequeños, que no alcanzan más que la parte baja de la puerta. La segunda opción es morder la cerradura de la puerta, muy común en perros grandes o saltadores. En el mismo caso que el anterior, no buscan arruinar la cerradura y picaporte, solo desean repetir la acción que te han visto hacer para abrir esa “barrera”.

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