¿Cuántos son demasiados?

Existe un enorme riesgo para ambas partes al acumular animales y la línea entre una “familia numerosa” y “son demasiados” puede ser muy delgada.

Ma. Isabel Martínez, V. M. Esp. en Negocios Veterinarios

Con la creciente de familias y personas que deciden tener más animales que niños, se habla de la línea divisoria entre un “amante de los animales”, quien sólo hace empatía, o de plano, quien está rebasando la línea sana a la hora de tenerlos.

Lo importante ante este tipo de asuntos, es reconocer cuando una afición, gusto o estilo de vida, se ha descontrolado al punto de arriesgar la salud física y mental de quien lo hace, y sus allegados. Es decir, sin importar cuánto ames a los animales, es muy importante saber cuando tu intención de hacer un bien, dándoles casa y comida, ha comenzado a ser un riesgo para tu salud, o la de ellos.

¿Qué es un acumulador o un Hoarder?

Para algunos, ser un Hoarder es un síntoma de un TOC o OCD (Trastorno Obsesivo Compulsivo ó Obsessive-Compulsive Disorder), para otros, es el TOC en sí mismo, pero aún no queda claro.

Puedes ser un Hoarder de cosas, de basura, de ropa, de papeles… pero puedes ser un hoarder de Animales, y ahí está doblemente serio el tema, porque no sólo se trata de tu salud, sino la de los animales que estás acumulando, es decir, el problema puede abarcar decenas de vidas en riesgo.

Hay personas que pueden tener 10 perros, o 20 gatos, o 30 animales de diferentes especies, y no son necesariamente acumuladores, sino que tienen las condiciones necesarias para ello, y van siendo conscientes de estas y de su límite. Hay otras que tienen menos que los dedos de una mano, y son acumuladores en potencia. Puedes revisar algunos puntos para pensar si tú o alguien que conoces, están en riesgo:

1.- ¿Cómo están ellos?

El primer punto, y quizá el más importante, es revisar la salud de tus animales. No se trata solamente de saber si están enfermos o no, sino las razones por las que su salud no es la óptima. Es decir, puedes tener sólo cuatro animales, pero les das comida de baja calidad porque no te alcanza para más, y resulta que a alguno de ellos no les cae muy bien, pero “ya ni modo”.

Lo mismo pasa si te ahorras una vacuna, o siempre postergas las desparasitaciones, mucho más si hay un enfermedad que escoges no atender, y aún así, tienes en mente la posibilidad de adoptar o adquirir más animales. Claro, si es una racha de mala economía para ti, tampoco es cosa de satanizar, pero si es tu estándar, dentro de un contexto de “estabilidad”, entonces el número de animales es mayor que tus posibilidades.

2.- ¿Cómo te sientes con ellos?

Claro que nos llegan los momentos malos cuando se enferman, cuando no entiendes un comportamiento o cuando hacen algo malo, pero si tu miedo, frustración o preocupación por todos ellos es más frecuente que la alegría que te dan, es probable que tengas más de los que salud mental toleraba.

3.- ¿Hay espacio para tu vida humana?

Desde luego estamos quienes decidimos que en casa, los sillones o camas no están prohibidos para nuestras mascotas, pero eso no quita que debes tener cosas tuyas, exclusivas, de “humano”.

4.- ¿Realmente puedes controlar a ese número?

Tienes un problema de exceso si hay tantos gatos que seguido se te olvida uno afuera, o tantos perros que al callar el ladrido del último, ya empezó de nuevo el primero. Una persona puede controlar varios. Una pareja, a más. Una familia comprometida, aún más. ¿Con cuántas personas cuentas para controlarlos? ¿Son suficientes las manos? ¿O demasiadas las mascotas?

Necesitas descubrir, identificar y reconocer en qué punto (o número de compañeros), tu casa pasa de ser una guardia feliz con animales, a un refugio que la sufre para sostenerse. Conoce tus límites y defínelos.

Y si crees que has acumulado más de lo debido, pide ayuda. Mucha gente está dispuesta a echarte una mano

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