Mitos en la alimentación felina

Los gatos son especiales en todos los sentidos, y su alimentación, así como su forma de obtenerla cuando nos remitimos a los gatos antes de las croquetas, nos fascina por su vinculación con el hecho de ser los mejores cazadores del mundo animal.

Paco Colmenares, con colaboración del MVZ Leonardo Zires Berlanga

Sin embargo, pensar que la alimentación que tiene un gato libre en el mundo salvaje sería la mejor, es una falacia naturalista, es decir, un argumento sin fundamento científico que es incongruente con el avance del mundo.

El consumo de carne cruda puede causar Toxoplasmosis.

El gato salvaje y el doméstico

Por supuesto que los gatos, como todo depredador, puede cazar animales para sobrevivir en el mundo natural, pero no olvidemos que esos gatos “naturalmente alimentados” tienen una expectativa de vida 4 veces menor que un gato en casa, tanto por los peligros, como por las enfermedades y riesgos sanitarios que eso implica.

Los gatos no comen leche en etapa adulta, y mucho menos de vaca.

La carne cruda

En ese sentido de argumentos falaces, a veces nos acostumbramos a ver a los gatos de películas o televisión como ejemplo de lo que “es normal” y aún hay quien cree, por ejemplo, que serían felices con un ratón o un pescado recién salido del agua.

Al respecto, el experto en alimentación animal, el MVZ Leonardo Zires, comenta:

“En efecto, existen ciertos clichés mediáticos, pero la respuesta contundente es: lo mejor que puede comer un gato es alimento balanceado, sobre cualquier alimento crudo o natural. Lo más recomendable es que consuman un alimento balanceado rico en Taurina. Darle cualquier otra cosa cruda es, inclusive, exponerlo a enfermedades. Sabemos por ejemplo que el consumo de carne cruda puede causar Toxoplasmosis, enfermedad que inclusive es una zoonosis.”

Hay que recordar que el pescado y las carnes rojas, aún si vienen de un supermercado de confianza, pueden tener bacterias o parásitos, por lo que inclusive se deben manejar y lavar las manos de inmediato. Ni mencionar el pollo, que no se debe consumir crudo bajo ninguna circunstancia.

El dichoso platito de leche

El otro gran mito, quizá el que más brinca a los gatos en casa, es que un platito con leche, soluciona cualquier antojo gatuno. Al respecto, Zires apunta:

“En cuanto a los tazones de leche, está totalmente contraindicado en gatos. Es un completo cliché pensar que el gato toma leche, y la explicación es muy sencilla: la leche de gata y la leche de vaca son muy diferentes. El contenido de la leche de gata es mayor en grasa que el de la vaca y esto hace que si un gatito ingiere leche de vaca, puede llegar a tener diarrea, lo que es muy peligroso porque al ser aún pequeño y frágil de salud, se va a deshidratar con mucha facilidad. La leche es sólo un mito muy común que perdura hasta nuestros días. En caso de dar un requerido suplemento de leche, debe buscarse una especializada pensando en las necesidades nutricionales de los cachorros de gato.”

Los alimentos procesados, son el resultado de mucho tiempo de investigación, y tienen el balance adecuado para las necesidades de un gato. Es una forma práctica y segura de darle un vida saludable a tu mejor amigo felino.

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