Los resultados de un estudio han demostrado que las personas con mascota experimentaron un deterioro cognitivo más lento que aquella que no la tienen.
Tener una mascota, ya sea un perro, gato o cualquier otro, especialmente durante más de cinco años, produce un deterioro cognitivo más lento en las personas mayores. Esto fue identificado por un estudio realizado por científicos de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, el cual será compartido durante la 74ª reunión anual de la Academia Estadounidense de Neurología, para llevarse a cabo en la ciudad de Seattle, del 2 al 7 de abril de 2022.
“Anteriormente han existido estudios que han concluido que el vínculo humano-animal puede tener beneficios para la salud, como disminuir la presión arterial y el estrés. Nuestros resultados sugieren que tener una mascota también puede proteger contra el deterioro cognitivo”.
Tiffany Braley, directora de la investigación
Beneficio a través de la mascota
El estudio analizó datos cognitivos de 1.369 personas mayores, con una media de 65 años y habilidades cognitivas normales al comienzo del estudio. De ellos, un 53% tenía mascotas y el 32% eran dueños de mascotas por más de cinco años.
El experimento puso a los asistentes a realizar múltiples pruebas cognitivas. Estas pruebas fueron utilizadas para desarrollar una puntuación cognitiva asignada para cada persona en una escala de 0 a 27. Las puntuaciones cognitivas compuestas de los participantes sirvieron para estimar las medias entre los años de propiedad de una mascota y la función cognitiva.
La segunda fase, después de seis años, demostró que las puntuaciones cognitivas disminuyeron a un ritmo más lento en los dueños de mascotas. Y esta diferencia fue aún más marcada entre los dueños de mascotas a largo plazo.
Con ello, el estudio demostró que los dueños de mascotas a largo plazo tienen una puntuación cognitiva media 1,2 puntos más alta en comparación con los que no tienen mascotas.
“Dado que el estrés puede afectar negativamente la función cognitiva, los posibles efectos amortiguadores del estrés de tener una mascota podrían proporcionar una razón plausible para nuestros hallazgos. Un animal de compañía también puede aumentar la actividad física, lo que podría beneficiar la salud cognitiva. Dicho esto, se necesita más investigación para confirmar nuestros resultados e identificar los mecanismos subyacentes de esta asociación”.
TIFFANY BRALEY, DIRECTORA DE LA INVESTIGACIÓN
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