Autoridades colombianas del Valle del Cauca hallaron 16 pequeños escualos en peceras.
Lamentablemente, la cuaresma suele ser una de las temporadas del año en la que más se presentan afectaciones a la fauna en Colombia, por tráfico para consumo y tenencia de especies silvestres.
Para prevenir esta situación, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca y miembros del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía realizaron verificaciones en el municipio de Guadalajara de Buga, donde revisaron la Terminal de Transporte, las galerías y las tiendas de mascotas adjuntas.
En uno de estos establecimientos dedicado a la venta de mascotas, los funcionarios hallaron un total de 16 peces de la especie tiburoncitos pangasius, animales que son vendidos para complementar acuarios caseros debido a su parecido con un tiburón.
Peligro para el ecosistema
Estos animales de agua dulce no son nativos de Colombia y las autoridades han rastreado su introducción desde países asiáticos, por lo que, además de ser un sufrimiento para los animales, son un riesgo potencial para el medio ambiente si se llegaran a liberar.
Estas son especies potencialmente invasoras que generan desequilibrio en los ecosistemas cuando quedan libres.
Sin legalidad de adquisición
Al momento de cotejar los documentos a los dueños del almacén de mascotas, como sucede en estos casos, no poseían ningún tipo de autorización por la autoridad ambiental. Al parecer se encontraron otras especies de aves y peces que no contaban con documentación.
Los peces recuperados fueron enviados al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio de la CVC, ubicado en el municipio de Palmira, donde se les realizarán los chequeos veterinarios de rigor y se determinará el destino final de los ejemplares.
El pequeño tiburón
El tiburón pangasio (Pangasius hypophthalmus) es una especie de tiburón gato nativo de los ríos del sudeste asiático. Puede llegar a medir 120 centímetros en acuarios y mucho más en ríos. Suele crecer bastante en el primer año y come a todo pez que quepa en su boca.
Dentro de los animales más afectados por la venta ilegal se encuentran las tortugas hicoteas e iguanas, que se buscan para alimento; así como la tortuga morrocoy, el periquito bronceado, la lora común, la cotorra cheja, la ardilla, el tití gris, el mico maicero y algunas ranas.
Solo hay un modo de detener la venta ilegal y es no comprando.
Con información de Revista Semana e Infobae.
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