SOS gatitos: accidentes más comunes (y cuándo correr al vet)

MVZ Esp MCPyG Doraly Ponce Batres, Hospital Veterinario UNAM-Banfield

La sala de urgencias en un hospital o clínica veterinaria cada vez recibe a más pacientes felinos. Esto se debe a varios motivos, uno de ellos es que la población de gatos en los hogares ha aumentado, por lo que la interacción y rutinas diarias hacen que sus tutores se percaten de cosas que están fuera de lo normal.

Los michis son seres muy curiosos, por lo que no es nada raro que hagan cosas que pueden poner en riesgo su vida. Ten presente que al ser una especie que rara vez demuestra dolor o de la que es un poco difícil saber cuando algo no está bien, sepas reconocer algunos casos y signos de alarma que te van a indicar que es momento de acudir de forma inmediata con tu veterinario. Nuevamente y considerando que es un ser difícil de descifrar, hay casos donde debes darte cuenta que se puede tratar de una urgencia y que es un motivo para acudir de forma inmediata a que reciba atención veterinaria cuando tu gatito hace o presenta algunas de las situaciones que se enlistan a continuación.

Mi gato posiblemente comió veneno

Si por algún motivo sospechas que tu minino ingirió alguna sustancia que pudiera considerarse tóxica, ya sea veneno de cualquier tipo (para hormigas, ratas, cucarachas, repelente de mosquitos), pasando por sustancias de limpieza (como cloro, detergentes, aromatizantes), hasta aquellas empleadas contra pulgas o garrapatas (las de perros son tóxicas para ellos), e incluso algún producto de belleza, no lo pases por alto. Sin importar que lo haya ingerido de manera intencional o accidental, muchos de estos productos pueden tener efectos secundarios graves si no son atendidos de forma inmediata.

Mi gato fue mordido

Ya sea a causa de un ataque por otro gato o un perro, a pesar de que parezca que no fue algo grave, algunas heridas pueden llegar a provocar la muerte si no son detectadas a tiempo. Por eso es preferible que su médico haga una valoración completa e identifique si existen heridas que requieran atención inmediata.

Mi gato fue atropellado

Sin lugar a dudas es una situación que por la sola palabra “atropellado”, sabes que debes acudir cuanto antes a la sala de urgencias de la clínica veterinaria.

Mi gato sufrió una caída

Esto aplica tanto para los cachorros como para los adultos. Como mencioné al inicio, se trata de una especie muy curiosa y que generalmente escala y puede llegar a caer de una altura considerable, produciéndole un daño inmediato. Incluso aunque sea de una distancia no tan alta, puede ser lo suficientemente grave como para provocarle algún daño neurológico que sólo un veterinario especializado podría identificar de manera temprana. Hasta podría llegar a sufrir alguna fractura que deba ser inmovilizada de forma urgente.

Mi gato orina con sangre (o no puede orinar)

Es un problema muy común. De hecho, debes saber que es el número uno en urgencias de pacientes felinos cuando un tutor nota que la cantidad de orina de su michi ha disminuido, orina con dificultad o hay presencia de sangre en el arenero. Esto último, por ejemplo, indica un problema muy severo de vías urinarias que, si no se atiende rápido, puede tener consecuencias fatales.

Mi gato vomita y no come (o lo que come lo vomita)

Debes estar consciente que muchas veces los gatos, dentro de sus juegos, pueden llegar a tragar algún cuerpo extraño, desde hilos, plásticos, madera, hasta piedras o algún fragmento de un juguete. Todo ello puede llegar aquedarse atrapado en el esófago, estómago o intestinos. Este tipo de accidentes tienen mejor pronóstico si se diagnostica el problema lo más pronto posible, ya que los cuerpos extraños pueden llegar a provocar perforación intestinal y peritonitis. Otra causa de esos signos es la pancreatitis, que si bien al inicio no se considera una urgencia, si no se diagnostica oportunamente las secuelas son muy graves.

Mi gato parece que tiene algo atorado y no puede respirar (o su lengua se ve morada)

Es común que un tutor no logre identificar cuando su gato tose. Ocurre si tu minino pareciera que tiene algo atorado o si observas que hace un esfuerzo y emite un sonido diferente al jalar aire (lo cual no es normal). Si además notas que cuando lo hace su lengua se pone de un color morado; no debes esperar ni un minuto más y llévalo a urgencias: puede estar pasando por un proceso que no le permita respirar y pudiera desvanecerse en cualquier instante.

En conclusión, lo ideal es que no ignores si tu gato presenta o atraviesa alguno de los escenarios antes descritos, ya que la atención veterinaria inmediata puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

Sin comentarios

    DEJA UNA RESPUESTA