¿Los gatos nos aman?

Fygo y Niki, dos de los influencers felinos más queridos de México, nos enseñan que los gatos nos aman, ya que son un ejemplo de convivencia social en gatos, íntimamente relacionada al apego, tanto con los humanos, como entre ellos, que tira por la borda esas ideas antiguas de que los gatos solo son calculadores, egoístas y hacen todo solo por sobrevivir.

Paco Colmenares, Director Editorial

La frecuencia con la que vemos a los gatos solos en las calles, contra la posible imagen de manadas de perro, ha propagado este tipo de ideas, aparentemente negando a otros ejemplos famosos de sociedades felinas, como las que se veían en Don Gato y su Pandilla, o CATS, el musical de Broadway.

Cuando se rompió esa barrera del conocimiento, entendimos que los gatos son capaces de apegarse, en palabras fáciles, porque la vida es mejor así.

Los estudios más recientes demuestran que nos ven no solo como familia, sino como sus padres, activando reacciones y emociones similares a las de los bebés humanos.

No creen que somos la misma especie, esa confusión sería ilógica e impráctica para sobrevivir.

Son capaces de encontrar las diferencias, y aceptarlas, entre ellas, las actividades que realizamos y ellos no, o la constante de cambio en nuestras vidas, como integraciones de miembros de familia o cambios de casa.

Fygo es un gato rescatado, cuya familia comparte con él cocinar, y quiere ser parte de esa actividad, razón por la cual se acerca, se involucra tanto como puede.

Por apego a sus humanos, acepta acompañarlos mientras hacen algo que sería impráctico para él (no necesitaría cocinar el pescado, el pollo, ni le interesa el dulce como sabor).

Después está la integración de Niki, su hermana casi autoadoptada, que no correspondía a su vida, y a la que integra emocionalmente también en esas actividades, razón por las que los vemos juntos en sus cientos de fotos.

El apego con sus humanos le permitió abrir la puerta a Niki, y ambos se apegaron identificándose como la misma especie, mientras se apegan a sus humanos, identificándolos como otra que hace cosas diferentes.

Los gatos aman, o generan un apego, el nombre del sentimiento puede ofenderles a algunos, pero no cambia las motivaciones y potencial de esa vida con amor.

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