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Hospital Veterinario UNAM-Banfield
De manera general asociamos la palabra dieta, con alimentación para animales enfermos, pero en realidad es lo que comen cada día. La salud nutricional no es nada más cumplir con requerimientos de nutrientes si no que deben tomarse en cuenta otros factores propios del paciente y del alimento para completar una nutrición adecuada.
Algunos de los factores específicos del animal son edad, estado fisiológico y actividad de la mascota, aquellos problemas que se relacionan con estos factores se conocen como desórdenes sensibles a nutrientes como alergias y enfermedades de órganos. Los factores específicos de la dieta incluyen su seguridad e idoneidad.
Los problemas relacionados a esto se conocen como desórdenes inducidos por dieta, como contaminación, adulteración, desequilibrio de nutrientes.
Las dietas de prescripción veterinaria no son medicamentos.
¿Qué son las dietas de prescripción veterinaria?
Es un alimento formulado específicamente para apoyar al paciente en diferentes etapas de su vida, desde el desarrollo hasta llegar a adulto y luego a ser un geronte, así como soporte en enfermedades. Su objetivo es recuperar la funcionalidad, disminuir el deterioro del órgano o ayudar en la recuperación de su actividad; trabajan en conjunto con tratamiento farmacológico o a veces, como único tratamiento.
Si bien son un apoyo al fármaco que se administra al ejemplar, debemos de saber que no contienen fármacos. Sólo son alimentos con características nutricionales diferentes a las requeridas por los animales sanos, pero siempre deben ser bajo prescripción de un médico veterinario posterior a una evaluación clínica adecuada, exploración física del paciente, pruebas complementarias como pruebas de laboratorio, radiografías, ultrasonido, etc.
Aunque en la familia haya más de una mascota las dietas son individualizadas, es decir, no se comparten a menos de que médicamente lo justifique y su médico veterinario lo indique.
Algunas de las dietas de prescripción son: para sobrepeso, enfermedad dental, gastrointestinal, envejecimiento cerebral, enfermedad renal, cálculos vesicales, alergia alimentaria, enfermedad cardiaca, diabetes mellitus, enfermedad hepática o cáncer.
Es indispensable llevar un control de la mascota para saber si la evolución es favorable o no, incluso para saber si es necesario cambiar el alimento. Es decir, a un cachorro no le vamos a dejar alimento de desarrollo durante toda su vida, más bien vamos viendo su crecimiento y ganancia de peso a ver si es necesario y en qué momento cambiar alimento de acuerdo a sus necesidades.
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