Los cambios drásticos, suelen ser una mala señal, y en el caso de la alimentación felina, un riesgo para su salud.
Cecilia González M. – Catsitter Profesional
Si el gatito a tu cargo ha dejado de comer, la regla será hacerle compañía y hablar con ellos con mucha ternura. Trata de distraerlo jugando, o abriendo tal vez, una lata de alimento húmedo, algo que les guste demasiado.
Si generas un vínculo de confianza, es más fácil que se sienta motivado a comer.
Quizá esto no saldrá bien a la primera, y menos con gatos huraños, es un trabajo constante y de mucha paciencia. Parte del trabajo de un/una cat sitter profesional u ocasional, implica dar este soporte emocional. Algo así como “hablar gato” con ellos, hacerles sentir paz, y cariño, que sepan que eres su amiga/o que viene mientras los humanos de compañía vuelven.
Ahora bien, ¿si el cambio es que ahora come compulsivamente? La ansiedad también hace estragos en las emociones gatunas. Para los gatitos que están acostumbrados a tener el plato lleno de comida 24/7, es buena idea cualquiera de las siguientes opciones:
- Juguetes interactivos. Rellénalos con premios o comida, esto los motiva a jugar y desarrollar su destreza, hará un poco de ejercicio y su alimentación será pausada para dar tiempo a su estómago de mandar la señal de estar satisfecho.
- ¡No te pases! Coloca únicamente la porción adecuada para su edad y peso.
Si dejas a tu gatito en manos de alguien que realmente se preocupe por su bienestar y no sólo por dejarle la comida, podrá detectar cualquier anomalía alimenticia o anímica y resolverla siempre a tiempo, con paciencia y dedicación.
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