Xoloitzcuintle desea ser un lugar donde los tutores pueden despedirse de su mascota con respeto y mucho amor, conservando sus cenizas y los bellos recuerdos.
El primer crematorio público de mascotas se llama “Xoloitzcuintle” y se encuentra en el Panteón Civil Dolores, de la alcaldía Miguel Hidalgo, CDMX.
“El objetivo del lugar es permitir que los perrhijos o gathijos (como ahora los llaman los tutores) trasciendan y puedan seguir en las memorias de sus seres queridos. Aquí pueden venir a despedirse de ellos o solo a hacer los servicios de cremación, buscamos hacer su duelo un poco más llevadero”.
Xoloitzcuintle
El lugar cuenta con un horno crematorio, que alcanza hasta 910 grados, y en el que se coloca al animal ya pesado; su peso determinará si el servicio va de los 40 minutos a 3 horas.
Posteriormente, pasa por un proceso de enfriamiento donde se secan los restos óseos a una temperatura de 700 grados; y tras 15 minutos se coloca el material en una trituradora, con esto se culmina el proceso y se entregan las cenizas del ser sintiente en una bolsa, para que la familia decida si la guarda o las esparce en su lugar favorito.
“Enterrarlos en el patio de la casa puede ser antihigiénico, pero si antes se realiza un servicio crematorio se resuelve este problema. Así las personas pueden adquirir una urna para guardarlos o enterrar las cenizas cerca de su árbol favorito”, acotan los responsables de este lugar.
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