La familia y el amor detrás de una cámara: Alma

Alma Morell, fotógrafa de animales.

“Ha sido un camino lento, lleno de baches”, así define Alma la ruta que la ha traído hasta aquí, a ser una fotógrafa que se especializa y dedica completamente a los animales y, mayormente, a los que son parte de una familia, de una historia, aunque a veces le toque estar en los momentos difíciles de dichas historias.

Comunicóloga de profesión, fotógrafa por pasión y gracias a mucha preparación y estudio extra, Alma decidió que esta sería su historia, “la fotógrafa de animales”, como nos pasa a muchos, atraída por sus propios perros.

Sus condiciones de vida durante la infancia nunca le permitieron tener perros o gatos, aunque moría porque así fuera, razón mayor por la que, cuando la decisión fue suya y comenzó a adoptar perros, su corazón explotó, y los quiso en todos lados, hasta en su trabajo.

Una mujer hogareña, feliz de estar todo el tiempo en casa, es también una viajera incansable por trabajo o decisión. Y es que cuando logras ver el mundo como lo ve ella con su conocimiento de la luz, el color y el encuadre, cada momento, lugar y personaje, brilla el doble.

De esos viajes, uno destaca de inmediato, se nota en su voz incluso antes de que lo confiese a pregunta expresa: África. Es el lugar al que ella quiere regresar, y el que todo el mundo debería conocer, según sus propias palabras, y también donde ha logrado su foto más querida.

“Los elefantes, la familia, viajan en manadas, las mamás cuidan a los pequeños, definitivamente son majestuosos, impactantes, inteligentes. La primera vez que los vi en libertad me puse a llorar, bajé la cámara y me puse a vivir el momento”.

Alma Morell

Y esto último, por cierto, es de gran enseñanza para los apasionados de la fotografía más novatos. A veces la vida pasa frente a tus ojos, y tú estás preocupado por la foto. Hay que aprender a contemplar momentos, observarlos, vivirlos tú, que se vayan contigo cuando no estés, que trasciendan sólo en tu corazón.

Y sobre ese camino, se dio cuenta que todo lo que le importaba en la vida, se unía aquí: la fotografía, los animales y la familia. Pero estas sesiones con familia, no siempre se trata de verlos tranquilos y felices, a veces, las emociones son de las más duras.

“Muy seguido me tocan sesiones de despedida”, cuenta Alma aunque al principio, confiesa, no lo esperaba tanto. “Una clienta me dijo ‘Gracias por no minimizar lo que siento por mi Lola’ –su perrhija que se despidió ese día, tras una última sesión frente a la lente de Alma– y eso hace que todo cobre sentido para mí, todos esos comentarios irónicos de ‘tú sólo fotografías perritos’ o ‘es mucho equipo para eso’, ¿sabes? Encontrar a esas personas, con quienes conectas en el corazón, para mí, no tiene precio”.

Alma confiesa que es muy difícil ver a los ojos a un perro que está viviendo su último día, que debe despedirse para no sufrir más, pero que, evidentemente él no lo sabe, por lo que impacta mucho más sobre ti.

Pero así también, a veces le toca el otro lado de la historia, cuando recién ha llegado a su nueva y definitiva familia, como la sesión de ‘Cleto’, que con su clásico atavío de vagabundo posó frente a sus papás, recreando el momento que se habían conocido.

Alma Morell es un referente de este género fotográfico, y lo sabe, pero sabe que es un espacio en el que caben todos los que coinciden con sus pasiones, y a todos los alienta a soñar.

Conoce su maravilloso trabajo en sus redes, o incluso contáctala para esa sesión increíble con tus hijos animales, que seguro recordarás toda tu vida.

Su Operación Mestizo tiene el fin de promover la adopción en México.

Todas las fotografías por Alma Morell.

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