El maullido es una forma de expresarse del gato, pero rara vez lo utilizan entre ellos; es una forma de comunicarse con nosotros y permitirnos entenderlos un poco más.
Para comprender un poco la importancia del maullido en la comunicación humano-gato, se puede dar el ejemplo del antiguo Egipto, lugar donde el gato era más que adorado. Los egipcios llamaban “miu” al gato, pero también significaba maullar.
Desde su domesticación, el gato comprendió que el maullido sería una forma importante de comunicarse vocalmente con el proveedor de alimento, ya que seguramente descubrió que no comprendía muy bien su forma de acercarse, sus olores y demás métodos que si comprenden entre gatos.
El maullido del gato es la manera de expresar necesidades o vínculos con el ser humano, pero existen razas o carácteres felinos que pueden remarcar esto, así como otros en los que maullar sea mínimo o inexistente. Si tienes dudas sobre el maullido de tu gato lo ideal es que visites a un experto que te dirá si todo está correcto.
Si tienes un gato seguro conicidirás que la forma de los maullidos y el contexto te dice mucho de lo que necesita en ese momento, creciendo ese vínculo conforme convivien y llegando muchas veces a ser la única persona que logra comprender maullidos muy específicos.
Muchos tutores llegan a comprender casi en su totalidad la variedad de maullidos que emite su gato, saber qué quiere de él, pues nunca verás a un gato maullándole a otro para pedirle algo.
Si aún no comprendes sus maullidos no desesperes y observa el contexto y la ubicación: si ya pasó su hora habitual de comida o tienes un delicioso alimento contigo, seguramente querrá comer, si está frente a una puerta querrá que la abras o si maulla cerca de su arenero es que algo no le está gustando.
Con calma y observación, podrán comunicarse mejor.
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