La temperatura ambiental y la humedad se han incrementado y en conjunto, generan riesgos en la salud de nuestros peludos.
MVZ Esp MCPG Fausto Reyes Delgado, Hospital Veterinario UNAM-BANFIELD
No cabe duda de que una de las mejores temporadas del año es el verano, no sólo por las condiciones climáticas, sino también porque muchos de los que estamos leyendo estas líneas estamos de vacaciones, disfrutando de un merecido descanso después de un semestre de trabajo.
En el caso de nuestras mascotas, podríamos considerar este periodo muy especial ya que convivimos por más tiempo con ellos, sin embargo, no todo es felicidad, ya que las mismas condiciones ambientales ponen a prueba no sólo a los miembros de la familia, sino también a los sistemas de protección de nuestras mascotas.
Cuando jugamos o salimos a pasear y nos sorprende la lluvia, lo más común es llegar a casa, secarnos y dejar que nuestro amigo se sacuda y consideramos que con eso es suficiente.
Lamentablemente es falso, ya que la condición de la piel y el pelo de nuestras mascotas es tan variable, que sin darnos cuenta podremos estar favoreciendo la presentación de afecciones en la piel que pueden llegar a ser severas, y ocasionar múltiples visitas al Médico Veterinario para tratar de solucionarlas. Si se considera que en presencia de humedad, calor y falta de higiene se crea un medio ambiente especial para el crecimiento de bacterias, hongos y ectoparásitos, es necesario por lo tanto, estar preparados para evitar estos problemas.
La desparasitación externa es fundamental en esta época del año
Problemas por “mantenerse húmedo”
En el caso de hongos (o su nombre correcto: dermatofitos), estos se relacionan con sitios húmedos, con poca higiene y ambiente cálido. Una forma de evitarlos es no dejar que el pelo de nuestras mascotas se enrede o presente nudos, ya que en estas partes es donde podrán iniciar las lesiones asociadas a hongos, pero también con uñas largas por lo que la higiene del manto y el recorte de uñas son igual de importantes.
Además considera que al mojarse o bañarlas, deben ser secadas de forma completa y con secadora, dejando a la mascota perfectamente seca, de lo contrario estaremos ante la necesidad de realizar un tratamiento contra hongos, que son muy largos (aproximadamente 21 a 30 días, mínimo).
Con las bacterias sucede algo semejante, la humedad reblandece la superficie de la piel, dando la oportunidad a que bacterias no adecuadas se instalen y proliferen. Este crecimiento ocasionará comezón, y al rascarse se hacen nuevas lesiones pequeñas, que favorecen la fijación de más bacterias, aumentando la gravedad y extensión de la lesión.
Estas lesiones se conocen como piodermas y se clasifican según la profundidad de la piel que afectan. Es necesario el proceso de diagnóstico y medicación adecuados para evitar hacer un uso no indicado de antibióticos, por lo que es importante la asesoría del Médico Veterinario.
Para los ectoparásitos, principalmente las pulgas, las condiciones ambientales descritas son las indicadas para poder realizar todo su ciclo reproductivo. En resumen, la falta de higiene, la humedad y el calor permiten completar su ciclo, convirtiéndose en unos días, en plaga que pone en riesgo la salud de toda la familia en casa.
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