Se le llama el ‘Síndrome del Bebé Olvidado’ en el coche y es muy peligroso en temporadas de calor, como verano. Este error humano también puede afectar fácilmente a las mascotas.
La tecnología automotriz´ busca ayudar a prevenir estos descuidos, tremendamente peligrosos, y que igualmente puede aplicarse a las mascotas.
Marcas como Ford, Toyota, Honda, Nissan, Mazda, Hyundai o Kia, así como las firmas de General Motors, incluyen ya en sus coches tecnología que te alerta sobre revisar el auto antes de bajar.
Además, si no viene de fábrica, cualquier automóvil puede equiparse con una tecnología similar gracias a gadgets que oscilan entre los 40 y los 100 euros, como el Baby On Board de VOXX Electronics, el Remmy Car Baby Alert, el de CoPilot o el de Ride N Remind, entre otros muchos. También cumplen la misma función: recordar que un niño o mascota están en las plazas traseras.
Un auto estacionado al sol aumenta rápidamente la temperatura, por lo que una mascota puede sufrir un golpe de calor o hipertermia en pocos minutos.
Alerta de Ocupante Trasero de Ford
Este sistema, ya equipado en muchos de sus modelos que se venden en Europa, alerta de la presencia de ocupantes en los asientos posteriores al apagar el coche. La alarma opera siempre que, al inicio de un trayecto o viaje se hayan abierto las puertas traseras o el maletero, lo que indica que se ha colocado un niño o una mascota en la parte trasera.
Así al llegar al destino, y después de detener el vehículo y apagar el contacto, avisa al conductor con una alerta acústica y visual en la pantalla del coche, alertando de que debe comprobar los asientos traseros. Este aviso dura 10 segundos o bien hasta que se apague manualmente.
Ford señala que este sistema es útil también por ejemplo si se han colocado objetos de valor en la zona trasera, a fin de evitar posibles robos. Aunque en los asientos posteriores nunca es recomendable hacerlo ya que los objetos sueltos pueden resultar muy peligrosos durante la conducción.
El efecto invernadero del coche
Para ilustrar lo peligroso que pueden resultar estos descuidos en el caso de bebés o mascotas, Ford realiza un experimento en laboratorio que simula este problema con esculturas de hielo.
La prueba expuso a un automóvil a una temperatura exterior de 35 º: en solo 19 minutos había subido a los 50º y las esculturas de hielo colocadas en el interior se derritieron en pocos minutos.
Esto se debe a lo que se conoce como “efecto invernadero del coche“: la radiación de onda corta entra por las ventanillas y rebota en los asientos o el salpicadero calentando rápidamente el vehículo.
Con información de MotorPasión
Sin comentarios