¡Bikes & Dogs! Cómo empezar a rodar juntos

Chema Prida, Digital + Marketing

Las ciudades son cada día más bicycle friendly. En la Ciudad de México, por ejemplo: ciclovías, reglamento, grupos para rodar, renta de bicicletas, domingos de paseo por Reforma, entre otras cosas. La bicicleta, más que una actividad recreativa, es un vehículo para transportación funcional. Miles de personas, me incluyo, se mueven así a sus trabajos, con amigos, al súper, etc. Junto al taxi y el transporte público, es su principal medio de transporte.

Lo pienso como un esfuerzo por tener la calidad de vida que, por más amor hacia nuestra ciudad, a veces el caos opaca. Nos faltan algunos detalles para respetarnos en la vía pública, pero ese es otro tema.

Soy una persona que se transporta en bicicleta el 80% de las veces, propia o rentada. Tengo 4 perros en casa, uno de los cuáles pesa “ligeros” 23 kilos. Un amor, zen en el hogar pero revolucionario e intrépido al salir de él. La calle es su inspiración ¿Cómo empatar mi bicicleta con sus ganas de salir? Paciencia y guía, base del aprendizaje para todo perro.

Suena increíble, algo fácil y que sale a la primera… pero solamente lo primero es cierto: es increíble.

¿Cómo logré salir con mi perro en bicicleta?

Te cuento dos puntos importantes:

  • Primero comprendamos, no todos los perros tienen el carácter y/o estructura física para correr a nuestro ritmo mientas vamos en bicicleta. Perros pequeños, distancias cortas y ritmo bajo. Perros grandes, distancias largas y ritmo constante. Clave: no exigir más de la capacidad de tu perro. Es tu compañía, no tu soldado.
  • Segundo, veamos ¿mi perro va a mi lado o jala la correa al primer distractor? Un perro ansioso jala más, con ello corres el riesgo de accidentes y, sinceramente, no será culpa de él. Si así sucede, apóyate con un entrenador y/o etólogo compartiendo tu intención de “rodar” con tu mascota. Él sabrá orientarlos. Pasé por esto.

Ahora, tu perro está listo para salir contigo. Tú, en bicicleta. Casco puesto. Agua para ambos. Clima hermoso ¿Qué sigue? Respeto y responsabilidad. El inicio de la sana convivencia está en ti. Suena hermoso, romántico e inspirador.

Es tan sencillo cómo se lee. Eres responsable de tu integridad física y mental, así cómo de tu perro. El paseo está para que ambos se diviertan, es su momento, principalmente el de tu mascota. De ahí, las otras personas. Algunos puntos:

  • Avancen a velocidad constante. Moderada, donde disfruten sin arriesgar a los demás o ¿compiten a nivel olímpico?
  • Atento al camino. Irregularidades y sorpresas que distraigan al perro. Voz de mando, recuerda ¿Quién es el perro alfa?
  • Descanso. Insisto, no es un soldado. Obsérvalo y nota cuando necesiten parar un rato ¿Recuerdas que hay agua para ambos?
  • Sol extremo. Evita insolación y golpe de calor en tu perro, así cómo pavimento caliente, que daña la base de sus patas o ¿caminas cómodamente descalzo sobre arena caliente?
  • Motivación. Eres su guía. Apapáchalo, impúlsalo, dile lo grandioso que es salir juntos ¿No te derriten sus lengüetazos de amor?
El paseo es su momento juntos. Es el momento del perro contigo. Viven el momento, el presente y es tú responsabilidad hacerlo increíble. Rueden juntos, disfruten.

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