¡No normalices su comezón! Alergias en perros

A veces nos acostumbramos a ver a los perros rascarse. Llegamos a creer que es hobby, juego, ocio. Si has llegado a pensar algo así por la frecuencia con la que ves estas reacciones, deberías reconsiderarlo.

MVZ Samantha Hay-Parker, Technical Advisor Boehringer Ingelheim Animal Health

La dermatitis atópica canina es el nombre clínico que se le da a las alergias por contacto. Es una enfermedad inflamatoria que se genera cuando un perro atópico entra en contacto con partículas ambientales como ácaros, plantas, hongos etc. Es una patología que produce mucha comezón, pérdida de pelo, promueve infecciones bacterianas y de otros patógenos que ocasionan más inflamación, secreción y mal olor.

Diagnóstico de dermatitis

El diagnóstico de dermatitis atópica se basa en la historia, el examen clínico y la exclusión de otros diagnósticos, así como la utilización de algunas pruebas como las intradérmicas (consisten en la inoculación de partículas a las que los perros suelen reaccionar) que, si bien, resultan muy útiles en el diagnóstico, tienen como limitante la infinidad de posibles partículas a las que el perro podría reaccionar que pueden variar dependiendo de la cantidad de humedad y temperatura de la región.

La dermatitis atópica canina es una enfermedad multifactorial que, aunque las causas no están bien establecidas, hay evidencia de que pueden estar fuertemente implicadas anomalías genéticas, un sistema inmunológico alterado con inflamación cutánea y un defecto de la barrera cutánea.

Tratamientos para alergias

En cuanto al tratamiento, la realidad es que un perro alérgico a componentes del ambiente como polen, ácaros, hongos, etc., es muy probable que sea alérgico toda su vida y nuestros esfuerzos deben estar enfocados en lograr que los alergenos; pasen el menor tiempo posible sobre el perro y dar tratamientos que disminuyan la inflamación o la comezón si así lo requiere.

Lo más importante es aceptar que el perro es alérgico y que se deberá incorporar a sus rutinas: baños regulares que pueden ser tan frecuente como cada 48 hrs si así lo determina su veterinario; cambios en la alimentación, cambios en la rutina de los paseos, mismos que mejorarán enormemente su calidad de vida y por ende, la de sus humanos.

La clave para lograr mantener al perro en óptimo estado y libre de molestias consiste en la comunicación continua con su veterinario, seguir las indicaciones médicas, ser paciente y entender que el perro necesitará una atención diferente a la del promedio pero que tampoco representará un problema.

Cuando decidimos traer un miembro nuevo a la familia -de la especie que sea- adquirimos un compromiso en el que nos responsabilizamos de garantizar la ausencia de sufrimiento de todo tipo.

No es normal, ¡está sufriendo!

Como veterinaria he visto personas que les parece normal o poco relevante que su mascota viva con comezón; a esas personas les pregunto ¿Alguna vez te han picado 20 moscos al mismo tiempo? O ¿Padeces de alguna enfermedad que produzca comezón? La comezón crónica no sólo molesta físicamente, algunos estudios demuestran que varios trastornos cutáneos, como el acné grave; la psoriasis y el eccema en humanos (enfermedades de la piel que producen comezón), producen un aumento de riesgo de desarrollar depresión, ansiedad, estrés e irritabilidad crónica.

Si esto sucede en humanos, podemos inferir que podría relacionarse a cambios en el comportamiento de aquellos perros alérgicos que no han sido tratados.

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