Mi mascota come muy rápido, ¿eso es malo?

MVZ. Esp. MCPG Dipl. Fausto Reyes Delgado, Hospital Veterinario UNAM-Banfield

Siendo veterinario especializado en perros y gatos, llego a ver problemas de tipo nutricional, siendo el más común el sobrepeso y la obesidad, así como algunos que tienen que ver con el cambio de alimento, intolerancia o hasta alergia. Pero hay otros que se asocian a la forma en que tu mascota come y que incluso tienen que ver con cuestiones de conducta.

“Come como bestia”

Si viajaras en el tiempo y visitaras a sus ancestros, verías a animales carnívoros que cazan pequeñas presas o que comen restos de la cacería de otros. Y como los depredadores actuales, notarías que tendrían que alimentarse rápidamente antes de que la presa fuera robada por otros animales más grandes y fuertes, o incluso convertirse ellos mismos en presas o la comida de alguien más.

Esta conducta se observa en perros salvajes africanos, por ejemplo, que ingieren una gran cantidad de alimento para después irse a su madriguera. Sabiendo esto, entenderás que pese al paso del tiempo y la domesticación, tu mascota no ha perdido del todo estos hábitos y notarás que incluso casi no mastica su comida, sea carne o alimento procesado, si acaso da una o dos mordidas… y el alimento es deglutido de inmediato.

Si a esto le sumas su anatomía, observarás que tiene un tórax profundo (la distancia entre las costillas del lado izquierdo al derecho es menor que la distancia entre la columna vertebral y el esternón), algo apreciable en el Dóberman o el Pastor alemán, así que entenderás por qué son propensos a padecer dilatación gástrica (mejor llamado síndrome de dilatación vólvulo gástrico o SDVG).

Dilatación gástrica o el peligro de devorar aceleradamente

Este síndrome se caracteriza porque el estómago gira dentro del abdomen sobre su eje, ocasionando que la sangre al estómago y al bazo entre, pero no salga, dirigiéndose al corazón, poniendo en grave peligro a tu peludo. Y eso no es todo, porque si a esto le sumamos que por ese giro el estómago se llena de gas, entonces le va a ocasionar dificultad para respirar y detendrá el trabajo del corazón, lo cual puede resultar mortal.

Para que ocurra hay factores predisponentes, como su anatomía, pero también el comer de forma acelerada y jugar después. ¿Cómo lo evitas? Es importante que el juego sea antes de comer y que después de comer, repose. Otro factor que también puede detonarlo es la ingesta de alimento que se fermente muy fácil y rápido, como exceso de carbohidratos en su dieta, lo que favorece la fermentación de los azúcares y la formación gas (y de ahí la dilatación del estómago). También evita este tipo de alimentos.

Devora… por su pasado

Otra de las consecuencias de que tu compañero de cuatro patas coma de forma acelerada puede deberse a la conducta. Por ejemplo, si fue rescatado de vivir en la calle o de maltrato, en donde recibía poca o nada de comida, aunque ahora ya tenga alimento disponible contigo y viva una nueva vida con una familia, seguirá con el hábito de comer rápido y en gran cantidad, ya que “no sabe” cuándo volverá a tener alimento a su disposición.

Sin embargo, el hacerlo puede ocasionarle problemas severos como el SDVG que mencionamos antes. ¿Qué hacer? Busca la asesoría de un veterinario especialista en Etología, quien te dará una terapia personalizada y te ayudará a realizar actividades para corregir este problema, como el uso de platos ralentizadores (que hacen que coma lento).

Los otros voraces

¿Come tan rápido que hasta vomita? Ocurre que al haber una gran cantidad de alimento en el estómago, de inicio presentará dolor (sobrepasó la capacidad de este órgano), lo cual ocasiona que se estimulen ciertos receptores nerviosos que sirven para prevenir lesiones severas (una ruptura), por lo que se envían señales a la base del cerebro, donde está el centro del vómito y el llamado quimiorreceptor de gatillo, y como consecuencia de su estímulo habrá vómito.

¿Cómo evitarlo? Ofrécele alimento vías veces al día y en pequeñas cantidades, así la distensión de su estómago no será como ocurriría con un solo alimento al día. En conclusión, si tu mascota come muy rápido, platica con tu veterinario. Nadie mejor que su médico te podrá orientar para corregir este problema y así evitar condiciones nada agradables para tu peludo.

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