Hogar estable, ambiente enriquecido, gatos felices… pero cuando queremos sumar a una nueva persona a esta ecuación, ¿qué puede salir mal?
Dra. Claudia Edwards, FMVZ-UNAM
Incorporar un nuevo miembro a la familia es un momento emocionante, pero cuando se trata de gatos, los cambios pueden ser un desafío.
A menudo están más apegados a una sola personal, por lo tanto, es crucial abordar la introducción de una nueva con sensibilidad y paciencia. Aquí hay algunos tips para hacer que esta transición sea lo más suave posible:
Establecer rutinas: Los gatos son animales de hábitos y rutinas. Trata de establecer rutinas lo antes posible después de la llegada de la nueva persona. Esto les proporcionará certeza y relajación en su entorno, lo que puede ayudarles a adaptarse más fácilmente.
Utilizar feromonas: Las feromonas sintéticas, disponibles en forma de difusores o spray, pueden ayudar a crear un ambiente tranquilo y relajado para tus gatos. Colocar feromonas en áreas comunes de la casa puede reducir el estrés y la tensión, facilitando la transición para todos.
Respetar su espacio: La nueva persona no debe presionar a los gatos para que se hagan amigos de inmediato. Es importante permitirles espacio y tiempo para explorar y acostumbrarse a la nueva presencia en su vida.
La paciencia es clave; deja que los gatos se acerquen a su propio ritmo.
Sobornar con premios y juego: Es importante no forzar la interacción, pero puedes empezar bien con la nueva persona mediante premios sabrosos y juego rutinario. Esto ayudará a construir una asociación positiva en la mente de los gatos y fomentará una relación gradual.
¿Y si quien llega es un bebé?
En resumen, la introducción de una nueva persona en una familia con gatos requiere delicadeza y paciencia. Establecer rutinas, utilizar feromonas, respetar el espacio del gato y fomentar asociaciones positivas son pasos clave para una transición suave y exitosa.
Con el tiempo y el cuidado adecuado, tus gatos aprenderán a aceptar este y futuros cambios.
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