Manías de viejito: por las noches se transforma

Nuevo mensaje: Hola, quisiera agendar una consulta de comportamiento. Por las noches mi perrita se convierte en caballo, y quiero saber si la dejo, o la detengo.

MVZ EMCV (EC) Aline Ixtab Morales Estrada y MVZ EMCV (EC) Alejandro Pérez Castañeda

Increíblemente, este fue el mensaje que llegó alguna vez, y que sin duda, capturó la atención de los especialistas en comportamiento en Etovet.

La humana de esta perrita, había sido muy puntual al explicar que ella toda la vida había convivido con caballos, así que sabía mucho de su comportamiento, y lo que hacía cada noche antes de dormir, eran los comportamientos típicos de un caballo.

Una vez que llegaba la hora de dormir, y los rituales de casa que nuestros animales aprenden a identificar, se cumplen, arrancaba el show de esta equina canina: comenzaba a brincar alrededor de su cama, formando círculos, resoplaba y movía la cabeza, como si estuviera a punto de relinchar.

Al ver el vídeo enviado como evidencia, los médicos no pudieron más que dar la razón. Parecía que un mustang tomaba posesión de la perrita, y en una suerte de “mullido” o ajuste de sus cobijas o almohadas, una vez que el galopante espectáculo terminaba, se echaba a dormir.

Uno de los videos más bonitos de caballos salvajes, que puedes encontrar en la red.

Esto no ocurrió desde siempre

Pero conforme pasaron los años, empezó con esas manías de viejito, a empujar cobijas, haciendo un nido, a emocionarse con ello, luego añadió los brincos, y así hasta llegar al show ecuestre completo.

Estos comportamientos pueden ser totalmente normales. Son una mezcla de diversión, relajación, liberación y hasta felicidad por el espacio, por su realidad, porque hará algo que disfruta.

Claro, cada quién dará la interpretación más cercana a su contexto e incluso sí, los animales pueden llegar a copiar actitudes de otros animales, o intentar imitarlas si las ven con frecuencia y las encuentran divertidas.

Como siempre, hay que preguntarse si algo malo está resultando de esto, y en esta ocasión como al final de cada ritual equino lograba dormir, no había de preocuparse, así que podían seguir disfrutando ese jaripeo gratis cada noche.