Un estudio ha revelado que los canes comprenden a la perfección cuál es el género de los humanos con los que conviven, y prefieren a los hombres o a las mujeres.
La Universidad de Washington estudió por varios años la afinidad que tienen los perros por los seres humanos, tratando de comprender mejor cómo fue que canes y las personas evolucionaron juntos, tanto en lo cultural como en el comportamiento.
Recopilando la información de más de 800 etólogos y validando con más de 150 proyectos previos de investigación, pudieron acercarse a resolver la inquietante pregunta: ¿los perros son más amigos de los hombres o de las mujeres?
Pudiendo parecer muy banal, la respuesta a esta interrogante nos ofrecerá mucha información de utilidad para comprender si existen motivaciones o condicionantes suficientes para que el ser humano se haga entender de mejor manera con el perro, adaptando el el sonido de la voz, la calidez del trato u otras variables biológicas que van más allá como la respuesta hormonal o el olor.
A este tipo de investigaciones se les denomina como etnobiológicas, pues aúnan esfuerzos tanto en rasgos culturales propios de un lugar y una época concreta, así como de investigaciones científicas a nivel orgánico.
¿El hombre o la mujer?
Los resultados de la investigación, publicada en el Journal of Ethnobiology en 2020, fueron contundentes: la mujer tiene una predilección mayor para los perritos.
Partiendo de las primeras interacciones de los lobos y los humanos, se cree que fueron las mujeres de las tribus las que empezaron a alimentarlos, pues eran las que se quedaban en los campamentos y distribuían la comida.
Considerando este puente tendido por la mujer antigua, se podría determinar que queda en el fondo de cada perro, un instinto recordatorio de esos tiempos.
La relación con los canes era liderada por las mujeres, que ejercían el papel de protectoras y organizadoras de la convivencia del animal en la tribu de humanos. Las mujeres se han ganado la confianza de los perros de forma histórica y han sido el nexo necesario entre ambas especies, según las investigaciones etnológicas de este estudio.
Una mejor comunicación
Existen diversos estudios comparativos donde se ha encontrado que el timbre de voz de la mujer suele ser de mayor agrado para los perros que el que manifiestan los hombres. La voz femenina, parece ser, transmite con mayor claridad y cercanía las pautas, emociones y advertencias.
La forma que tienen los perros de modular su ladrido y de enfocarlo a una advertencia o a una llamada de atención concuerda más con el tipo de ondas de sonido que emiten las mujeres.
Etólogos consultados en el estudio comparten además que las mujeres realizan un esfuerzo más significativo y con mejor resultado que los hombres a la hora de comprender las necesidades del animal, qué es lo que nos tratan de decir sin palabras, cuáles son sus carencias, miedos o necesidades vitales.
las mujeres decodifican mejor el sonido de los gruñidos, ladridos y lamentos de los perros, siendo capaces de demostrar una mayor empatía.
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