Dar regalos genera una sensación de placer y satisfacción que se incrementa en tanto más lo haces, pues activa las áreas cerebrales de la generosidad y esto nos hace sentirnos bien con nosotros mismos.
Psic. Fraga Ostos
Es cierto, el mundo del consumo aprovecha emociones producidas en las compras, que aumentan tu nivel de serotonina o dopamina, las famosas hormonas de la felicidad, pero que en realidad te pueden ayudar de cierta forma a salir de emociones como la tristeza o depresión. Eso hace que al comprar en exceso se corra el riesgo de caer en una adicción.
Jeff Galak, profesor de la Escuela de Negocios Carnegie Mellon en Pittsburgh, llegó a la conclusión de que cuando las personas dan regalos, “intentan visualizar el momento en que lo entregan y la sonrisa en la cara del destinatario justo en ese instante”, consciente de que esa visualización les conecta con una emoción agradable, ¡por eso se siente tan bien poder regalar algo!
Ahora, no necesariamente se trata de regalar algo material. Regalar experiencias como entradas para un concierto, preparar una cena sorpresa o llevar a alguien a un lugar que desea conocer, como un parque o tomar un helado, produce una sensación que se queda muy presente, incluso si no disfrutas el momento con la persona que recibió el regalo.
Por lo que, incluso regalarles algo en navidad, o hasta en su cumpleaños (sí, celebra el día que llegó a tu vida, aunque no sepas qué día nació) a nuestros animales de familia, tiene todo el sentido del mundo.
Y así como con nuestros humanos, es buena opción pensar en los intereses del otro, no sólo los tuyos, y si se puede, mejor en un interés común.
Regálales algo que en verdad veas que les atrae, les gusta, o les hace bien; algo que te vincule más, que vayas a usar en conjunto, o los haga jugar más tiempo.
Un regalo es mucho más que un simple objeto, está envuelto en significados y percepciones psicológicas, y el “regalado” recibe una muestra del afecto de la otra persona que, por supuesto; identificará por tus actitudes alegres y cariñosas al aparecer ese objeto, mientras tú te llenas de energía positiva por la reacción de sorpresa y felicidad de ellos.
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