Alimentación del animal adulto

La mayoría de los perros y gatos que se tienen como animales de compañía se encuentran en un estado de mantenimiento, que es aquel que se da cuando un animal ha llegado a su tamaño adulto, no está gestando, ni lactando y no realiza gran actividad.

Estos animales deben consumir un alimento de alta calidad, formulado para animales adultos, que aporte los nutrimentos diarios requeridos para que logren obtener y mantener un estado óptimo de salud y un peso corporal ideal.

Los malos hábitos de alimentación de estos animales, aunado a su vida sedentaria, han generado una gran incidencia de obesidad. Ésta se puede prevenir regulando la ingesta de alimentos del animal, acompañado de ejercicio diario, ya sea en forma de paseos, carreras, juegos activos, natación, etcétera.

Alimentación controlada

El control de la ingesta de alimentos se puede conseguir con el uso de raciones diarias; se pueden proporcionar dos comidas al día a intervalos regulares. La cantidad de alimento puede derivar de las indicaciones impresas en las etiquetas de las bolsas de alimento y de los alimentos extra que administramos, y aunque es un buen punto de partida, cada individuo debe alimentarse dependiendo de su nivel de actividad, su temperamento, su estado corporal y su peso.

Algunos perros son capaces de autorregular su ingesta alimentaria cuando se les proporciona una dieta a libre acceso, pero la mayoría de ellos tienden a la glotonería y con esto ganan peso.

¿Y los gatos?

Los gatos no son animales voraces, comen pequeñas cantidades de alimento frecuentemente a lo largo del día. La mayoría de ellos se adaptan fácilmente a la alimentación a libre acceso y son capaces de mantener su peso corporal, pero si un gato no logra mantener su estado corporal normal con una dieta de elección libre, deberá introducirse una dieta que controle el volumen de sus raciones.

Dieta equilibrada

No se necesita ofrecer una gran variedad de alimentos a los perros adultos, ya que la mayoría de ellos pueden mantenerse bien con una dieta constante de alimento equilibrado y con un buen aporte de agua limpia. Si existen cambios de dieta frecuentes, pueden sufrir alteraciones del tracto gastrointestinal (como diarreas mecánicas y vómitos); así que si se va a cambiar el alimento debe hacerse de manera gradual, mezclando cantidades crecientes con el alimento original a lo largo de varios días. Consulta con su médico veterinario la condición médica general, y podrá indicarte qué alimento y cantidad son las adecuadas.

En general, tanto para perros como para gatos, se recomienda el uso de alimentos secos ya que son calóricamente menos densos, son más fáciles de administrar y económicamente más rentables, además de que se pueden conservar frescos durante más tiempo y pueden ayudar a contribuir a mantener una higiene dental y gingival adecuadas.

Una mascota sana, es una mascota feliz.

Sin comentarios

    DEJA UNA RESPUESTA