Juega a ser el mejor cazador, atrapa todo lo que lanzo, sigue cualquier agujeta, busca todos los láser… y de repente, mi gato ahora juega menos.
Cat’s Life, con la participación de la MVZ EMCV (EC) Aline Ixtab Morales Estrada
¿Puede una conducta tan insistente y fija en un gato, como el juego, desaparecer con el tiempo? ¿Deberíamos preocuparnos cuando las ganas de jugar son menos? ¿Es tristeza, le duele algo?
Al respecto nos contesta nuestra especialista en conducta:
En nuestros gatos es común observar que comiencen a tener comportamientos diferentes conforme van creciendo, y sobre todo, cuando van pasando de ser un adulto a un adulto maduro.
Por supuesto, lo más común es ahora juegue menos y que se reduzcan algunos comportamientos, lo que de cierta manera podemos verlo como normal, siempre y cuando no sintamos que llega a un punto de cero actividad.
Esto es, por ejemplo, muy común con el juego. Desde luego, los tutores de felinos buscan jugar con sus gatos a que cacen algo, es decir, a que persigan algún objeto, con el fin de cumplir o de cubrir la conducta de cazar; sin embargo, conforme van creciendo, conforme van madurando, existe la posibilidad de que pierdan interés en ello, de nuevo, sin llegar a cero interés.
Quizá mi gato ahora juega menos, la energía será cada vez menor, y lo van a intercambiar por otras actividades, como observar la ventana, o descansar un poco más, actividades que no le generen o que no le exijan una mayor demanda de movimiento. No es que no pueda, sino que ya no se sienten tan atraídos por ello.
Pero si aún no es el caso… ¡Hazle más juguetes!
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