MVZ EMCV (EC) Aline Ixtab Morales Estrada.
MVZ EMCV (EC) Alejandro Pérez Castañeda
Especialistas en etología clínica.
Actualmente nuestra vida ha dado un giro de 180 grados, provocando un cambio en nuestras rutinas y en las de nuestros animales de compañía. Cierto es que aprovechamos estar pasando más tiempo en casa y no tener que salir, pero esto no será eterno.
Algunos tutores han retomado sus actividades laborales y… ¡oh sorpresa! Nuestro perro o gato no sabe estar solo, los vecinos nos envían mensaje de que los escuchan ladrar o maullar mientras no estamos y cuando regresamos, nos encontramos con varias sorpresas.
Tanto a los cachorros como adultos que han llegado en estas épocas, no se les ha enseñado a ser un poco más independientes aún estando sus tutores en casa, así que primero hablaremos de lo que debemos hacer para prevenir y ayudarles a que no la pasen tan mal cuando comiencen a estar solos.
Juntos, pero independientes
Uno de los puntos más importantes que debemos tomar en cuenta, es que aunque estemos en casa las 24 horas del día, no significa que debamos estar detrás de ellos todos el tiempo o prestarle la atención cuando estamos detrás de un computador. Comencemos a dar espacios, enseñarles a nuestros perros y gatos que todo estará bien.
Debemos crear un espacio en donde se sientan cómodos y tranquilos, pero a la vez entretenidos. Esto puede ser en su cama, una cobija o un tapete; lo importante es que dentro de este sitio nunca deberán suceder cosas malas. No puede ser usado como un sitio de castigo, pues debe volverse el sitio predilecto para descansar, comer un premio, disfrutar de un juguete interactivo o para recibir caricias.
Prepara tu estrategia
Cuando estemos en horario laboral podemos comenzar a dar esos espacios, donde no hay contacto físico y nuestros pequeños estarán descansando o jugando. Debemos preparar juguetes que puedan rellenarse de alimento húmedo enlatado o de premios sólidos, recordemos que cada juguete está diseñado para un cierto tipo de alimento.
Los juguetes deben darse en los momentos que podrían estar más activos y nosotros ocupados. Los pacientes que presentan problemas relacionados a la separación pueden estar demandando atención de forma constante, rascándonos la pierna, chillando, viéndonos fijamente, ladrando, metiéndose entre nuestros brazos, etc., y esto es porque se encuentran en un estado de ansiedad constante.
Para que ellos logren relajarse, es fundamental que eliminemos dichas conductas, ignorando por completo la conducta, no se vale empujarles o decirles que no, debemos hacer de cuenta que no está pasando nada y seguir en lo nuestro, hasta que deje de intentarlo, podremos premiar con voz.
Ten mucha paciencia
Recuerda, las primeras dos semanas serán un suplicio, buscará cualquier forma para llamar tu atención, resiste y entenderá que la atención viene desde la calma. Ahora que te has ausentado de casa y a tu regreso te reportaron vocalizaciones constantes, observaste muebles destruidos, encontraste fuera de su sitio heces y/u orina, no lo regañes, no lo hace por venganza ni mucho menos por ser un mal perro o gato, es porque no se siente bien emocionalmente, debido a que se encuentra en un estado de pánico por no saber quedarse solo y si lo regañas, esto podría empeorar.
Ante esto, debes acudir con un médico veterinario enfocado en el área de etología clínica para que puedan abordar de manera inmediata el problema y así ayudarle a sentirse mucho más tranquilo y seguro.
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