Por Valeria Hernández Mojica
¿Quieres que tu mascota sea más sociable con nuevos animales o personas? ¡Esto te interesa!
La socialización se refiere al proceso de exponer a tu mascota a diferentes estímulos, personas, animales y situaciones para que pueda interactuar de manera segura y positiva con lo que le rodea.
Aunque algunas razas tienden a ser más enérgicas, protectoras o ansiosas, debes entender que cada perro es un individuo complejo con una personalidad única. Además, las primeras semanas de vida son críticas para que tu perro o gato exploren su entorno y aprendan cómo explorarlo: entre las 3 y 14 semanas de edad, se encuentran más abiertos y receptivos a nuevas experiencias.
Considera que si fueron separados demasiado rápido de su camada, es muy probable que no hayan aprendido a socializar y comunicarse. Además, en caso de los perritos o gatitos adoptados, desconocemos si sufrieron maltrato, por lo que esto también puede determinar el esfuerzo necesario para que aprendan a socializar con otros animales y personas.


Beneficios de la socialización
Socializar a nuestras mascotas puede conllevar muchas pruebas y errores, esfuerzo, tiempo, dedicación y atención, pero valdrá la pena: se considera que la socialización previene problemas de comportamiento, les brinda mayor confianza en sí mismos, los estimula física y mentalmente, y los prepara para enfrentarse a situaciones nuevas sin estrés.
Un peludo equilibrado y feliz implica que sus tutores también sean felices. Una vez que logres socializar a tu perro o gato, podrá acompañarte a más lugares y tener aventuras sin miedo, agresión o nervios. Además, la estimulación mental y física que obtenga de interactuar con otros seres le permitirá cansarse más, por lo que podrás asegurarte de que al volver a casa va a querer descansar y no tendrá el impulso de morder o romper cosas fuera de los límites.




Tips para socializar a tus mascotas
- Antes de llevar a tu mascota a un lugar público donde se enfrentará a nuevos estímulos, asegúrate de crear un vínculo de confianza con él. De esta forma sabrá acudir a ti en caso de que se sienta vulnerable y será más fácil que explore y socialice sabiéndose acompañado y entendido.
- Crea un ambiente positivo y seguro para el primer contacto con alguien o algo nuevo. Obligar a tus mascotas a enfrentarse a cosas amenazantes puede generarles miedo y frustración.
- No lo sobreestimules. Expón a tu peludo a estímulos nuevos durante periodos cortos de tiempo e incrementa su duración poco a poco para no sobrecargarlo de nueva información sin darle oportunidad de procesarla.
- Supervisa siempre las nuevas interacciones. No lo fuerces: si notas que está nervioso, temblando o con un lenguaje corporal que indica que no quiere estar ahí, escúchalo y apóyalo. Sé paciente y permite que se acerque poco a poco.
- Puedes darle recompensas para que comprenda que esta nueva experiencia, persona o animal puede traerle cosas positivas.
- Asegúrate de que el primer contacto sea en un terreno neutral como un parque, sobre todo con otros animales iguales a él. En lo posible, evita presentarle nuevas personas o animales en su espacio seguro, como su hogar. Esto podría provocar que tu mascota busque proteger su territorio y que la interacción sea vista más bien como una intrusión.
- Invita a personas de diferentes perfiles: niños, adultos y personas mayores. Compárteles tus esfuerzos por socializar a tu mascota y aconséjales qué cosas deben evitar. Por ejemplo, muchos perros rechazan las caricias directamente sobre la cabeza, y la mayoría de los gatos no permiten que personas desconocidas los carguen.
- Si quieres que socialicen con otras mascotas, asegúrate de ponerles correa a todos para evitar situaciones de riesgo. En un inicio, evita tensar la correa para que tu peludo no se ponga alerta o aversivo.
- Empatiza con tu mascota: ¿cómo te sentirías en esa situación, si no pudieras comunicar verbalmente tu miedo o incomodidad? ¿Cómo podrías aliviar esos sentimientos desagradables para poder relajarte y divertirte?


Socializar a tu perro o gato puede ser un proceso largo que requiere mucha paciencia, atención, dedicación y empatía. Entre más experiencias positivas tenga, mejor se desenvolverá en su entorno cotidiano y ante nuevos estímulos. Eso sí, vale la pena para que tu peludo esté feliz, cómodo y seguro.