A veces nos da un poco de culpa aceptar que nuestros animales nos estresan, porque nuestro cariño idealiza que su existencia debe ser toda positiva.
El estrés forma parte de nuestra vida, no podemos librarnos de él aunque queramos, nos acompaña todo el tiempo. El nivel de estrés varía de intensidad dependiendo de los hechos con los que nos encontramos, y experimentaremos un mayor o menor nivel de desgaste con él. Entonces, ¿no somos malos tutores si nuestros animales nos estresan?
Hay cosas que provocan que nuestros animales nos estresen, y es normal. No es su culpa, ni es algo negativo, pero el contexto y lo que sucede a su alrededor, puede ser preocupante.
Su salud, el ruido excesivo, el desorden que causa un cachorro, los accidentes de incontinencia, o una mala interacción con los vecinos, son ejemplos de situaciones que todo tutor de animales debe enfrentar.
Reconoce el estrés y actúa
- ¿A veces te sientes cansado/a sin haber hecho un gran esfuerzo físico?
- ¿A veces eres intolerante e irritable ante el comportamiento de los demás?
- ¿Experimentas deseos de tomar, fumar o comer en exceso y te das cuenta que no puedes controlarlo?
- ¿Te es difícil concentrarte y/o es común que cometas errores de atención?
Si contestaste SÍ a una o varias de estas preguntas, seguramente estás teniendo un mal manejo de tu estrés y los efectos de este se están reflejando en tu comportamiento.
Existen algunas estrategias sencillas que podrás empezar a implementar, y puedes insertarlas en tu rutina diaria para ayudarte.
- Interactúa con tus animales más seguido. Esto disminuye los niveles de cortisol y presión arterial.
- Duerme entre 6 u 8 horas por lo menos seis días de la semana.
- Haz ejercicio durante algún momento del día. Lo recomendable es 30 min, 3 a 5 veces por semana.
- Practica mindfulness, relajación o yoga, algún estimulante de bienestar para el cuerpo, la respiración y la mente.
- Ten un pasatiempo, sal de la rutina y monotonía, aprende cosas diferentes y expande tu mente.
- Ten buenos hábitos alimenticios en horario y en calidad, reduce el consumo de cafeína, cigarro y bebidas alcohólicas.
- Cuando te sientas abrumado/a puedes tomar una ducha y relajar tus músculos con agua caliente y sí, tomar un té de manzanilla, valeriana, menta o tila.
El estrés y las emociones no se controlan, se gestionan. Esto es posible teniendo práctica y sobre todo aplicando recursos diferentes para poder canalizarlas de manera sana, pero si sientes que sigues sin ser capaz de manejar el estrés, recurre a la ayuda profesional.
Tu médico puede ayudarte a identificar el problema y derivarte a un especialista o terapeuta, que te enseñará a modificar tus pensamientos y desarrollar conductas para afrontar los problemas con una actitud más positiva.
Y si conoces a alguien que se estresa sin tener animales en casa. Dile que aquí está la solución.