Festejamos el Día Mundial del Perro Guía

El último miércoles de abril se festeja el Día Internacional del Perro Guía. En homenaje a estos animales fieles, inteligentes y serviciales te compartimos los secretos detrás de su entrenamiento y vida de trabajo.

Silvia, fundadora de la primera escuela de perros guía

Silvia Lozada Badillo, la fundadora de la Escuela de Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos IAP, nació con visión pero quedó ciega a los 3 años. A los 19 años, consiguió en Estados Unidos a su primer perro guía, pero cuando regresó a México se percató de las dificultades para transitar lugares públicos como un binomio (persona ciega con perro guía). Por esto fundó su escuela en 1997, y desde entonces ha rehabilitado a más de 300 personas con discapacidad visual y sus familias, y ha contribuido a la creación de 148 binomios.

El compromiso de su escuela combina el apoyo y responsabilidad de trabajar con humanos y perros: se esfuerzan por contribuir con la autonomía, inclusión e independencia para las personas con ceguera, así como garantizar el bienestar animal desde la crianza responsable, la socialización, el entrenamiento especializado y el seguimiento de cada binomio. 

Para que un perrito pueda graduarse como guía debe pasar por diferentes procesos complejos:

1. Crianza responsable y socialización

La primera raza en utilizarse como perros guías fue el pastor alemán, pero debido a que su carácter es muy protector, pronto se recurrió al labrador y labragolden, aunque estos últimos no pueden trabajar en condiciones muy calurosas.

Gracias al proceso de crianza dentro de la escuela, 9 de cada 10 cachorros se gradúan como perros guía. Cuando una camada termina el periodo de lactancia, los cachorros son puestos en adopción temporal con familias voluntarias. Ellas deben alimentarlos exclusivamente con croquetas de alta calidad y llevarlos cada mes a la escuela, donde cumplirán con el requisito de socialización, entrenamiento básico y desensibilización sonora. Transcurrido un año, la familia deberá devolver al perro para continuar con su entrenamiento.

2. Entrenamiento especializado

¡Es la universidad de los perritos! Durante dos años, los aspirantes a perros guía entrenan diariamente habilidades como avanzar, permanecer en calma, y lo más importante: la desobediencia inteligente. Esta permite que aunque su usuario dé la orden de avanzar recto, el perro guía se detenga o cambie su curso si hay obstáculos o peligros más adelante. 

Una vez que el perro concluye su entrenamiento, es asignado a una persona ciega rehabilitada que solicite formar un binomio. A lo largo de un mes, practicarán juntos sus habilidades de orientación, movilidad y manejo de la pechera. Es un momento muy importante, pues es cuando se comienza a forjar el vínculo de confianza recíproca.

Una vez que el binomio haya superado el programa de entrenamiento exitosamente, ¡se gradúan! Ambos reciben una identificación en la que se deja claro que el perro guía es un animal asistencia, no de compañía. De esta forma pueden exigir el acceso libre a cualquier transporte y espacios públicos.

3. Años de servicio y seguimiento

En la Escuela de Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos se educa a los perros a entender su trabajo como un juego: cuando usan el arnés, deben estar atentos a su usuario y seguir las indicaciones para que ambos se muevan como uno. Eso sí, una vez que se les quita el arnés, disfrutarán su vida como todo perro: correrán, jugarán, ladrarán y se divertirán.

El perro guía deberá regresar a la escuela para revisiones veterinarias y grooming. Además, se podrán solicitar pruebas de su estado de salud o realizar visitas sorpresivas para asegurarse que viva en óptimas condiciones y que siga cumpliendo con su labor.

4. Jubilación

Los perros guía se jubilan al alcanzar los 10 años o cuando su salud les impide seguir trabajando. Después de esto, puede ser adoptado como mascota por su misma familia o una nueva.

Cómo interactuar con un binomio

Si ves a un perro usando un arnés con varilla en “U”, no lo distraigas de su trabajo: no le hables, no lo acaricies ni le ofrezcas comida. ¡Mejor dirígete a su usuario y ofrécele apoyo!

Los perros guía no funcionan como GPS: es responsabilidad del usuario saber ubicarse y dar indicaciones al perro para navegar su entorno; sin embargo, si la persona se desubica o se enfrenta a obstáculos en el camino, requerirá apoyo de otras personas.

Toma en consideración que el usuario generalmente lleva a su perro guía por su lado izquierdo. Háblale directamente a la persona, o toca con suavidad su hombro para presentarte y ofrecerle ayuda. Si la acepta, permite que te tome del hombro para poder guiar su camino. 

Si quieres conocer la historia de José Manuel, un joven usuario de perro guía, consulta la edición 59 de nuestra revista mensual dando clic aquí.

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