Por: Valeria Hernández Mojica
Como tutor de mascotas, sabemos que te preocupa su seguridad. Perder a tu perro o gato puede ser una de las experiencias más angustiosas por las que puedas pasar. Afortunadamente, la tecnología ha avanzado y hoy en día existen gadgets que pueden ayudarte a ubicar a tu mascota en caso de que se extravíe. ¿Te interesa saber más? ¡Entonces sigue leyendo!

¿Qué son los chips de localización?
Estos son pequeños dispositivos que se colocan en el collar o arnés de tu mascota. Gracias a la tecnología GPS o de radiofrecuencia, permite rastrear la ubicación de tu mascota. La mayoría se enlaza a una aplicación en tu celular o una plataforma en línea que te muestra en el mapa la ubicación exacta en la que se encuentra tu amigo peludo. Algunos chips permiten un rastreo exacto en tiempo real, y otros más sólo funcionan en un rango de distancia limitado.


Ventajas de los chips de localización
Saber que puedes encontrar a tu mascota rápidamente en caso de que se aleje de ti o se pierda te brindará calma en todo momento, sin importar si está en el parque que frecuentan o en una zona desconocida. Además, son un nivel adicional de seguridad al usarse en conjunto con las placas de identificación tradicionales o con QR.
Algunos chips incluso envían alertas automáticas a tu celular en caso de que tu mascota se aleje mucho de ti o de una zona establecida, por lo que ayuda a prevenir que se extravíen y se desvíen del camino por mucho tiempo.
Sin contar la carga de la batería, los chips de localización no requieren muchos cuidados, mantenimiento o conocimientos técnicos para ser utilizados, por lo que es fácil incorporarlos a tu rutina en familia para los paseos.
Desventajas de los chips de localización
A diferencia de los microchips de identificación que deben ser colocados en el cuerpo de tu mascota por un especialista y que no implican gastos adicionales, los chips que se usan en el collar o pechera de tus mascotas suelen requerir el pago de una suscripción mensual o anual. Es posible que puedas acceder a diferentes paquetes según el número de mascotas, exactitud de la ubicación del dispositivo y más detalles, pero es un gasto adicional que deberás considerar.
Relacionado a esto, las suscripciones más baratas suelen ser menos exactas. Además, algunos chips dependen de redes de telefonía móvil o Wi-Fi, por lo que en caso de que tu perro o gato se pierda en un área sin cobertura o difícil acceso pueden dejar de funcionar. Por eso es recomendable escoger dispositivos con GPS, que suelen tener mejor cobertura que otros.
También deberás tener en mente la duración de la batería del chip que elijas. Algunos requieren ser cargados cada 2 o 3 días, o tener una duración más corta, lo cual puede resultar inconveniente si tu mascota usa el dispositivo de forma prolongada y continua.
Algunos modelos de chips pueden ser grandes y pesados, lo que puede ser incómodo para gatos o perros de razas pequeñas. Otros puntos a considerar son el ruido del chip al rebotar con el collar de tu mascota y si estará expuesto a golpes, salpicaduras o temperaturas extremas de acuerdo al lugar en donde vivas y el nivel de actividad de tu peludo.
Precios de los chips
Para comprar un chip de localización deberás tener un presupuesto de entre $650 y los $3,500 según la tecnología que utilicen, el alcance que tengan, la exactitud de la ubicación, el tamaño y la duración de la batería. Además, deberás sumar la suscripción mensual, que suele rondar entre los $100 y $350, aunque los modelos más avanzados pueden superar este rango de precios.
¿Conviene invertir en un chip de localización?
Esta decisión dependerá de las necesidades de cada tutor y mascota: podría ser una excelente inversión si vives en una zona donde sean frecuentes los robos o extravíos de perros y gatos, o si tu peludo intenta escaparse cada vez que se le presente una oportunidad.
Sin embargo, considera que los chips de localización son herramientas adicionales a los microchips implantados y las placas de identificación tradicionales. Recuerda que estos gadgets no son excusa para dejar salir a tus peludos sin correa y sin supervisión, sino una herramienta para protegerlos y poder pasear de forma responsable y con seguridad.
Si decides adquirir uno, asegúrate de elegir el modelo que mejor se adapte a tu mascota, su rutina y tu presupuesto. ¡Tu amigo peludo te lo agradecerá!