¿Es normal que de los ojos de nuestros perros escurran lágrimas? ¿Es llanto de tristeza? ¿Son lágrimas de cocodrilo?
MVZ Ana Paola Velasco Espinosa y MVZ Lorena Villafuerte García, CQVET
Primero: Sí, es normal. La producción de este líquido permite mantener los ojos lubricados y libres de impurezas, para conservar la salud de los que también conocemos como “espejos del alma”.
Las lágrimas forman una película que los cubre y los protege. En algunas ocasiones este líquido escurre y humedece el pelo ubicado alrededor de la parte baja de los ojos y cuando entra en contacto con el aire, las sustancias que lo componen se oxidan, dando como resultado manchas color café o rojizas.
¿Pero debemos preocuparnos, o sólo es una afección cosmética? Si nuestro perro produce más lagrimitas, pero este líquido no presenta algún olor o color que nos cause alarma, podemos considerarlo normal.
¿Cuándo sí debemos preocuparnos?
Cuando el líquido produzca irritación o infección en la piel. Si notamos que nuestras mascotas intentan rascarse, ya sea con sus patitas o frotando la cara en alguna superficie, o si notamos alguna lesión dentro del ojo. Lo mejor ante esto, sería que tu perrito sea evaluado a detalle por un médico veterinario, ya que existen enfermedades que se asocian con lagrimeo constante y excesivo que requieren diagnóstico.
Existen datos que sí relacionan una mayor producción de lágrima con la presencia de una hormona llamada oxitocina, asociada con la formación de vínculos entre individuos.
Algunos tutores pueden llegar a pensar que las lágrimas excesivas son causadas por tristeza o felicidad, es decir “un llanto”, y que se detona porque los animales sufren algún daño o tienen que quedarse solos en casa o en la guardería mientras nos vamos al trabajo, o porque están muy emocionados por ver, hacer, comer u oler algo que les encanta.
Con esto se plantea que, cuando esta hormona se produce de forma elevada, como cuando los perros se encuentran con su dueño, se aumenta la producción de lágrimas en los ojos. Esas lágrimas, a la vez, estimulan el comportamiento de protección y cuidado del humano hacia los animales.
Perciben nuestras emociones
Lo que es un hecho, es que los animales que viven estrechamente con el ser humano perciben nuestras emociones al observar nuestros gestos y comportamiento. A tal grado que algunos científicos consideran que la respuesta que tienen ante nuestras emociones les permitirá obtener alguna recompensa o evitar un daño, este aprendizaje pudo haber sido derivado del proceso de domesticación.
Esto implicaría que quizá llore con lágrimas para demostrarte su tristeza, pero porque aprendió que al hacerlo, te conmueve.
Los ojos no sólo son indispensables para la comunicación con nuestras mascotas, también son un reflejo importante de su salud. Por lo tanto, debemos realizar visitas periódicas al médico veterinario en el que se incluyan, además de las revisiones generales, una evaluación oftalmológica.
Y al contrario… ¿si la cola se mueve, siempre es alegría?