¿Está bien que mi perro exagere con la efusividad?

En Latinoamérica somos cálidos y alegres, a veces un poco de más. Saludamos a nuestros perros con esa efusividad pero, podría no ser tan buena idea.

Aline Ixtab Morales Estrada y Alejandro Pérez Castañeda, ETOVET

Ante todo, toma en cuenta que los perros se comportan con los demás de acuerdo con lo que les hemos enseñado dentro de casa, por lo que, si solemos tener una bienvenida efusiva por parte de nuestro perro, con brincos y ladridos, esto lo repite con otras visitas sin importar su edad o tamaño.

Sí, las conductas de nuestros perros son ser fomentadas por nosotros de forma inconsciente, haciendo que se repitan en diversos contextos.

En México es común saludar o recibir a las personas con mucha efusividad o alegría. Sin embargo, cuando intentamos hacerlo con nuestros perros, puede que comience a ser un problema cada que llega una persona externa a la familia o incluso con su núcleo familiar.

Esto no quiere decir que sea malo interactuar así con nuestros perros, pero siempre mide su tamaño, o bien, si hay personas que podrán tolerar este tipo de conductas.

Toma en cuanta estas conductas, puede ser que no las toleren otras personas o niños.

  • Que brinque cuando le saludamos
  • Nos rasque las piernas para pedirnos una probadita, mientras comemos
  • Jalarnos la ropa al jugar
  • Mordernos la mano cuando interactuamos con él

Sin duda, la talla de nuestro perro deberá ser tomada en cuenta, ya que no es lo mismo que nos brinque un Chihuahueño a un Gigante de los Pirineos.

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Considera también si es alta la posibilidad de convivir con adultos mayores, niños o personas con dificultades.

Así somos en México

No quiere decir que sea mala su efusividad o que nos brinquen o nos ladren. Siempre debemos tomar en cuenta que no seremos la única persona con la que convivirá nuestro perro. Así que, antes de fomentar algunas conductas, piensa con quién estará conviviendo para siempre ser homogéneos en nuestros criterios.

Nuestros perros no entenderán por qué a veces sí puede brincar y en otras le regañan gritándole o jalando del collar, generando frustración, estados de miedo y ansiedad.

Si queremos evitar que nos brinque, ladre, rasque, etc., al llegar evita decirle algo, mirarle o tocarle. Una vez que haya interrumpido la conducta, podremos darle la atención que buscaba, además, podemos enseñarle a que se siente cuando nos vaya a saludar o salude a alguien más para que fomentemos estados de calma.

Genera buena comunicación con tu perro para que no se sienta agobiado y siempre viva en armonía, esto te ayudará a disfrutar cada momento junto a él.

Y el balance de la alegría Perros – Niños, es también importante.

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