Alma Ruiz, Estilista Canino Profesional
La muda de pelo en los animales es un proceso fisiológico natural, que de manera regular sucede 2 veces al año y, está ligado a factores como el clima o el cambio de las estaciones, principalmente las más cálidas, primavera y verano.
Que esté conectado a ellas no es casualidad, claro, pues dicho proceso sucede con la finalidad de que su cuerpo pueda adaptarse al calor y el frío de cada temporada. En calor será normal que comiencen a “tirar” más pelo (ellos no quieren, es involuntario, te lo aseguro). De esta forma comienzan a termorregularse, pero además es un paso de renovación, pues “hacen espacio” para que en la próxima temporada de invierno (o desde el otoño), salga pelo nuevo, de mejor calidad y que pueda funcionar como un abrigo natural.
¡Perros que casi no sueltan pelo!
El tiempo que puede durar la muda y la cantidad de pelo que pierden puede ser muy variable, porque aunque es inevitable en cierta medida, hay muchos factores que influyen:
- Raza o información genética.
- Calidad en la alimentación.
- El lugar que habita y los cambios climáticos que el pelo ya ha ido resintiendo.
- El mantenimiento/cepillado constante que se le ha dado.
- Problemas médicos como: trastornos hormonales, estrés, afecciones dermatológicas, alergias alimentarias, entre otras.
Si hablamos de una situación “ideal” sin factores graves que lo alteren, la duración de la muda será apenas de entre 1 y 2 meses, pero podrías sentir que dura un poco más eventualmente.
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Como buenos y responsables cuidadores de nuestros mejores amigos (perro y gatos), debemos estar atentos a factores más anormales:
- Aumento excesivo de pelo perdido.
- Si ocurre en temporada anormal.
- Si hay presencia de rascado excesivo.
- Si hay huecos en una o varias zonas.
- Si hay cambio en las tonalidades del pelo.
Una revisión médica constante es recomendable para en caso de alguna anomalía, tenga un diagnóstico y tratamiento oportunos, y ante cualquier duda, pregúntale a su veterinario.
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