Dra. Claudia Edwards
Sabemos que para aquellas personas que nunca han tenido un gato, son raros algunos comportamientos de nuestros felinos de casa, y esto se da mayormente por una inevitable comparación de comportamiento con los perros, con quienes sí conviven, o a quienes hemos llegado a “comprender” más por su constante retrato en la cultura popular.
Pero incluso para quienes sí tienen o han tenido gatos en casa, a veces es difícil entender el comportamiento de los gatos libres, de calle o ferales, que aunque deseamos que ningún gato viva así, siguen siendo parte de nuestro panorama cotidiano.
Sé que queremos promover el buen trato y el respeto a los gatos de todo tipo, así que comprendamos un poco más cómo es una colonia de gatos en calle.
Hay que decir que no es completamente lo mismo un gato feral, que uno comunitario, a uno abandonado. Son 3 espectros de personalidades felinas que se notan sus diferencias, pero puede ser que a alguno de los 3, o a los 3, los veas como parte de un grupo en tu colonia o un lugar cercano.
Del tejado al callejón: los 3 tipos de gatos en situación de calle.
Los gatos ferales no se acercan a la gente, no importa lo lindo y “gatero” que seas con ellos, no lo tomes personal. De hecho, se van a esperar hasta que te vayas para acercarse a comer, son mucho más silenciosos, curiosamente son los que se ven más limpios y es posible que los veas más activos en la noche, o quizá únicamente en ese momento.
Los gatos ferales y los comunitarios suelen hacer grupos, y estos son muy estables –es difícil que dejen entrar “nuevos” gatos a esa misma zona–, por lo que tener colonias sanas y esterilizadas, serán siempre la mejor opción, antes de pretender eliminarlos de las calles.
Incluso si te imaginas que la solución será atraparlos a todos y llevarlos a un “refugio” o “santuario”, la realidad es que la tasa de adopción es baja, por lo que la mayoría no tendrá un final feliz y, sobre todo, dejarán un nicho vacío en la colonia donde estaban, pues el lugar es propicio por algunas condiciones, y poco a poco nuevos gatos, lo ocuparán otra vez.
Además, si tenemos una colonia de gatos estable y esterilizada, podemos evitar la proliferación de roedores, los cuáles sí representan un problema y riesgo de salud pública, o un incremento inusual de alguna especie de insectos que puedan volverse plaga.
Los gatos que encuentran alimento no hurgan en la basura, ni atacan de manera aleatoria a nadie, así que no son un riesgo de seguridad ni salubridad. Mantente cerca de nosotros, pronto platicaremos paso a paso los procesos para lograr una colonia así de sana y estable.
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