Perros y gatos aprenden de todos, todo el tiempo. Este mes rendimos honores a TODAS las formas de enseñanza animal, los tutores, mamás, entrenadores, etólogos, mentores y otros animales que enseñan a nuestros peludos de casa el arte de vivir en un hogar y ser felices.
Paco Colmenares e Isabel Martínez, Los Editores.
Una parte muy interesante de la vida, sin lugar a duda, ocurre cuando es nuestro momento de aprender.
La infancia y juventud, tanto en humanos como en perros y gatos, nos permite entrenarnos en cada aspecto de la vida mientras exploramos, observamos y absorbemos lo que otros experimentados nos enseñan.
Y de repente un día, te das cuenta de que el tiempo ha pasado y tu rol ha cambiado, es tu momento de retribuir a quienes te formaron, ayudando a formar a otros y compartiendo tu experiencia antes los riesgos y beneficios de cada cosa que sabes en la vida.
Pocas experiencias son tan satisfactorias como enseñar, y a veces es inevitable, al ser maestros, aprender a amar a nuestros alumnos.
Como la especie “más inteligente”, debemos afrontar que es siempre nuestra responsabilidad ser tutores, mentores y maestros de nuestros perros y gatos, a conciencia de que su desarrollo cognitivo es similar al de un niño, y que al igual que pasa con estos últimos, el cariño, la paciencia y la constancia, serán las mejores herramientas en el proceso de enseñar.
No es fácil aprender a educar y, a veces, no hay un entrenamiento consciente para ser un experimentado que comparte, pero siempre podemos seguir aprendiendo.
Celebramos a Mamás, Papás, Maestros, Tutores y Mentores, cualquiera que sea la forma y apelativo que gana aquel que enseña sobre la vida, y deja una huella imborrable sobre la siguiente generación, o la especie que lo necesita.