Los animales que viven en la calle se enfrentan a innumerables retos. Tanto perros como gatos son víctimas de las circunstancias que produce la urbanización; además, se vuelven seres vivos vulnerables a la reproducción desmedida, sin ningún tipo de control.
Roberto Abad, Pet Food Institute
Cuando le das una casa llena de amor a un perro o un gato sin raza, que muy probablemente ha pasado la mayor parte del tiempo en la calle buscando comida y protegiéndose de la lluvia, lo que estás haciendo es cambiar su realidad y, al mismo tiempo, te das una oportunidad de recibir cariño y compañía.
Estos seres vivos suelen tener una mayor diversidad genética que los de raza pura, lo que puede resultar en una mayor resistencia a ciertas enfermedades y condiciones hereditarias.
Una de las maneras en que puede cambiar su destino es la adopción de animales de raza única.
La adopción de animales sin raza fomenta que todos los animales merecen vivir con dignidad, independientemente de su apariencia. Poco a poco te darás cuenta de que el vínculo de estos amigos perrunos o gatunos es impagable. Ellos se entregan para recompensar lo que hiciste al rescatarlos.
Ese vínculo puede comenzar a formarse con la comida. Si le muestras tu cariño con alimentos Premium y Super Premium –seco, húmedo o semihúmedo–, la conexión se forjará de tal manera que ese comenzará a ser su ideal de vida, lo que es positivo, pues lo merece. Si ese gato o perro está acostumbrado a la comida que se encontraba, es oportunidad de premiarlo, dándole comida digna, y nutritiva. Esto tendrá un impacto directo en su salud y en su estado anímico.
Una mascota sana es una mascota feliz
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