Un entrenador y un etólogo serán diferentes en la educación de nuestros perros, y sus trabajos se verán reflejados en su comportamiento.
Aline Ixtab Morales Estrada y Alejandro Pérez Castañeda, MVZ’s EMCV (EC) de ETOVET
¿Cuándo debo de acudir con un etólogo clínico o un entrenador? Esto va a depender de lo que queremos trabajar con nuestro perro.
Si únicamente me interesa que atienda a diversas indicaciones como sentarse, echarse, dar la pata, quedarse quieto, etc., puede que necesites un entrenador. Pero siempre que tenga un manejo amigable y libre de dolor para nuestras mascotas, SIN collares de castigo, picos o toques y evitando dejar a nuestros perros “internados”.
Siempre debemos estar presentes en su educación y ser parte de los resultados.
Un perro que aprende en positivo, podrá mantener el aprendizaje para toda la vida.
Por otro lado, si lo que quieres es tener a un cachorro socializado con perros, personas, que se sienta confiado, o bien, presenta problemas de agresión a perros, personas, o en el manejo médico; ansiedad al quedarse solo en casa, miedo a cohetes, truenos, etc., lo ideal sería acudir con un etólogo clínico.
¿Entonces cómo saber cuál necesito?
La principal diferencia radica en que un etólogo clínico es un médico veterinario, que puede diferenciar un problema conductual de uno físico (algunos problemas relacionados a la agresión se originan por dolor o alguna incomodidad), y pueden tomar decisiones como una revisión médica para descartar alguna enfermedad metabólica, ortopédica, dermatológica, etc.
Además, podrán hacer una evaluación buscando cuál es la motivación del problema para dar un abordaje terapéutico dirigido al caso y, de ser necesario, están capacitados para brindar apoyo farmacológico.
Es primordial siempre acudir con profesionales certificados y actualizados para evitar malas experiencias por un mal manejo. Los paseadores de perros deben registrarse y aprobar un curso, infórmate aquí.
Trabajando en conjunto
La etología clínica se asemeja al trabajo que hacen los psiquiatras y psicólogos, con una mezcla de ambas, para trabajar el problema a través de técnicas de modificación conductual, con base científica, y de esta forma, hacer cambios a nivel cognitivo conductual.
Esto no quiere decir que no pueda existir un trabajo en conjunto, ya que en ocasiones el entrenador podría ayudar a la enseñanza de nuevas indicaciones para que aprenda cosas que le lleven a estados de calma como saber sentarse o echarse y así, el etólogo clínico pueda usar dichos aprendizajes como una herramienta útil para los ejercicios futuros.
Si te vas a rifar el entrenamiento, aquí te damos los mejores consejos en accesorios.