Salir de vacaciones con mascotas requiere de mucha planeación, pero los momentos que vivirán juntos serán únicos. ¡Semana Santa es el pretexto perfecto!
Aunque cada vez más las mascotas son consideradas parte de la familia, y por ende se les considera para viajar en vacaciones, no siempre es fácil incluirlos en el plan.
El transporte y la planeación
La planeación debe verse meses antes, investigando si los destinos a visitar son pet friendly y hasta dónde aceptan a las mascotas. Y después está el alrededor: hoteles, restaurantes, playas o lugares de interés y su recepción de animalitos. Todos deben estar confirmados y asegurados en atender perros de las características del nuestro.
Mientras más pronto definamos nuestro viaje, más económico resultará y no tendremos problemas en disfrutarlo.
El primer gran problema al que nos enfrentamos es cómo transportarlos. Las normas de viaje son complicadas para perros muy grandes, de más de 10 kilos: ni autobús, avión o tren permiten que viajen en cabina ante tales dimensiones. Para estos casos el llevar nuestro propio auto es la única solución cómoda.
Como en cualquier viaje, llevar un botiquín es indispensable. Lo ideal es armarlo con su veterinario y explicarle a dónde se dirigen, pues él lo conoce bastante bien y sabrá a qué puede enfrentarse. Nunca llevemos cosas para humano que consideremos le puedan servir al perro también.
Las vacunas y desparasitaciones deben estar al día por seguridad de todos, además de que son requisito para ingresar a muchos lugares turísticos.
La maleta de la mascota
No se trata de que cargues con todo, pero el descanso de tu mascota es un factor a considerar, sobre todo si padece de algún problema de huesos o cadera. Aquí entra la cama, que de no ser muy grande se recomienda llevar. Si es demasiado voluminosa, la propuesta es comprarle una portátil que use días antes, para saber si le funciona para el viaje.
Los juguetes también son necesarios de cargar, pues muchos de ellos le ayudan a no estresarse o podría sufrir si lo separamos. Elige los que le sean muy cercanos o cumplan un objetivo, como darle seguridad o relajarlo.
Por último, en su maleta siempre debe ir su correa y collar, el carnet de vacunaciones y alguna frazada que lo proteja si el clima empeora.
Paseadores locales
Conforme va creciendo la tendencia de las mascotas a viajar, crecen las profesiones que ofrecen servicios a turistas. Busca un paseador o pensión de la región a donde vacacionarán, para que te ayude con tu perro en caso de que quieras conocer un lugar donde no sea admitido, como un museo o un bar.
Checa sus credenciales, investiga y pregunta por su profesionalismo antes de dejarle a tu mascota y pídele una forma de poder saber de él mientras estás ausente.
Los otros viajeros
Aunque sea muy común y válido salir de vacaciones con tu mascota, siempre informa que vas con ella. Ya sea que te hospedes con amigos o familiares, así como hospedarte por tu cuenta, informa a los demás con anticipación que llevarás a la mascota.
Esto es doblemente importante si el plan lo hizo otra persona, pues podría tener planes que se vean afectados por tu lomito. Además bien podría no serles de agrado convivir con un perro a otros invitados. Acepta que la gente también va a entretenerse y relajarse y un perro podría no estar en sus planes.