¿Cómo podemos detectar el estrés en nuestros gatos mientras estamos de vacaciones o al regresar de ellas?
MVZ Verónica Estrada, Clínica de la Doctora Cats
Se acercan las vacaciones y a diferencia de los perros, los gatos no suelen disfrutar del transporte, la playa, la montaña, conocer ciudades coloniales. Por el contrario, para la gran mayoría de los felinos esto les representa una experiencia bastante aterradora, ya que por naturaleza son criaturas neofóbicas, lo cual significa que le temen a lo nuevo o desconocido, así que debemos planear qué lugar es el más adecuado para ellos en nuestra ausencia.
Las 3 opciones pueden ser dejarlos en casa bajo supervisión de un cuidador que preferentemente reconozcan, quedarse en casa de un cuidador de gatos recomendado, o bien, en una pensión u hotel exclusivo para gatos.
La pensión correcta debe tener áreas de enriquecimiento, zonas para explorar, uso de feromonas y cuidadores con capacitación cat friendly.
A pesar de que tanto en su casa como fuera de ella se haga todo lo posible por minimizar situaciones que pudieran generar estrés, sólo el hecho de ser expuestos a experiencias diferentes en sus rutinas podría estresarlos, y cada uno responde de forma distinta y en grados leve, moderado y severo.
Hablemos de las manifestaciones más comunes de estrés:
- Pérdida de peso. Cuando nuestra ausencia fue mayor a 5 días, probablemente no comió su ración completa.
- Depresión. Baja su actividad, se esconde o no quiere jugar.
- Disminución o pérdida del apetito. A pesar de ofrecer su alimento favorito va a ingerir sólo una pequeña ración o nada.
- Presencia de diarrea, vómitos, estornudos, tos, lesiones en la piel. El estrés puede ocasionar una disminución de su sistema inmune que lo hará susceptible a infecciones.
En gatos con preexistencia de enfermedades como cistitis idiopática, asma bronquial, diabetes mellitus, cardiopatías, enfermedad renal crónica, etc., es fundamental que el cuidador administre los medicamentos prescritos por su médico tratante a las horas indicadas y que le demos su contacto, así como un número de urgencias por cualquier eventualidad, pues en estos pacientes el estrés podría ocasionar un empeoramiento de sus padecimientos, o crisis que pueden llegar a ser fatales.
Una vez que regreses, obsérvalo, verifica que esté comiendo y bebiendo de forma habitual, que su actividad no se haya modificado, que no se esconda, que sus ciclos de sueño sean los de siempre.
Si se alteran cualquiera de estos aspectos, podría ser suficiente la colocación de feromonas sintéticas en casa, para que todo vuelva a la normalidad, pero si presenta signos de enfermedad como diarrea, vómitos, estornudos, tos, lesiones en la piel, etc., es indispensable llevarle a revisión con su médico para que realice un diagnóstico correcto y dé el tratamiento adecuado.
Si decides llevarlo, ten en cuenta las lesiones y riesgos a los que se enfrenta.