Premio Vs Castigo

¿Cuál es el mejor método para entrenar a mi perro?

A veces esperamos que nuestros compañeros caninos se comporten de una manera específica, muchas veces de manera innata y sin entrenamiento. Pero ¿sabemos cómo enseñarles de manera adecuada, desde el principio?

MVZ Naixe Santoscoy, Veterinario de la conducta

Los problemas conductuales en perros son unas de las principales causas de maltrato, recolocación, abandono e incluso, lamentablemente de eutanasia. Y es que con el paso del tiempo la función del perro ha cambiado hacia un animal de compañía y para cumplir ese papel, se le presiona a comportarse de manera (considerada por todos nosotros) “correcta”, esto incluye, por ejemplo: aprender a hacer pipí en los sitios designados, caminar de manera calmada con la correa, etc.

El método que más se utiliza en el entrenamiento con animales es el llamado condicionamiento operante, en él, se busca repetir conductas que tienen consecuencias buenas y evitar conductas que tienen consecuencias malas, usando refuerzos y/o castigos.

Existen dos tipos de refuerzo

• a) Refuerzo positivo: como, por ejemplo, premiar a un perro por dar la patita.
• b) Refuerzo negativo: como, por ejemplo, dejar de apretar el collar porque el perro se sienta.

Y existen 2 tipos de castigos

• c) Castigo positivo: como, por ejemplo, jalar el collar del perro para que deje de ladrar.
• d) Castigo negativo: como, por ejemplo, ignorar a un perro porque nos salta encima.
  

Los métodos de entrenamiento aversivos utilizan herramientas, como: collar de ahogo, collar de picos, collar de choques eléctricos e incluso golpes (herramientas que para nada recomendamos), mientras que los métodos basados en recompensa se basan en el refuerzo positivo y el castigo negativo, utilizando: premios alimenticios, juguetes, caricias, etc. (SÍ recomendados).

El castigo daña

El entrenamiento con métodos de castigo afecta el bienestar animal y dañan el vínculo humano-perro, mientras que los métodos basados en recompensa ayudan al bienestar del perro, al igual que incrementa el vínculo emocional entre humano-perro.

La aplicación de métodos de castigo puede generar repuestas agresivas debido a que el miedo es fácilmente reforzado y aprendido haciendo que los animales asocien el acercamiento de las personas con una experiencia negativa.

Otras implicaciones negativas para el bienestar es que el castigo aumenta los niveles de estrés causando diferentes problemas de salud e incluso el envejecimiento temprano. La mayoría de las personas emplean e incluso prefieren el uso de castigo debido a que funciona “rápido” y su animal de compañía deja de realizar la conducta indeseable; sin embargo, muchas veces solo le generan confusión, ocasionando estrés, miedo, ansiedad y dolor.

Por ello, el uso de castigo durante el entrenamiento debería evitarse, ya que las consecuencias de su uso originan más problemas de los que resuelven. Aparte del daño emocional, estas técnicas pueden causar daño físico, por ejemplo, los collares de ahogo causan daño en la tráquea, aumentan la presión intraocular por lo que puede contribuir o agravar el glaucoma en perros cuya raza es susceptible, también puede causar colapso súbito debido a la obstrucción temporal de las vías aéreas y causar daño nervioso. Los collares de choques eléctricos pueden causar quemaduras en los perros.

Métodos de recompensa

Los métodos de recompensa, en cambio, pueden mejorar la habilidad de aprender y disfrutar el juego con los tutores. Estudios demuestran que perros y caballos entrenados con métodos basados en recompensa presentan menor estrés, al igual que mayor interacción con la familia y con personas desconocidas en comparación con los que fueron entrenados con métodos aversivos. También se ha demostrado que los animales entrenados con método de recompensa están asociados a mayores niveles de obediencia.

El uso de estos métodos, en comparación con el entrenamiento usando castigo, siempre tendrá una mayor ventaja. Proporcionamos bienestar a nuestro animal de compañía, buscando que se cumplan las 5 libertades de acuerdo con The World Organization for Animal Health (OIE). Las cuales son:

1. Libre de hambre, sed y de desnutrición;
2. Libre de temor y de angustia;
3. Libre de molestias físicas y térmicas;
4. Libre de dolor, de lesión y de enfermedad;
5. Libre de manifestar un comportamiento natural.