Las mascotas no solamente son nuestros compañeros de juego; como todos los buenos amigos, nos acompañan incondicionalmente también en momentos difíciles, de tristeza, soledad, cuando estamos enfermos o cuando tenemos algún padecimiento como estrés, ansiedad o fatiga, mejorando así nuestro estado de ánimo.
M.V.Z. Miguel Ángel López
Existe una práctica emergente denominada “Mascoterapia”, que es una modalidad terapéutica en la cual un animal de compañía es parte importante en el proceso de rehabilitación de algún enfermo, tanto para padecimientos físicos como psicológicos, obteniendo de esta forma, resultados positivos emocionales y sociales.
Para este proceso es posible apoyarse de cualquier animal de compañía como perros, gatos, conejos, aves, peces, tortugas, delfines, caballos o animales de granja, pero se ha encontrado que los perros funcionan mejor en una terapia dirigida dentro de un consultorio debido a la aceptación de los pacientes hacia ellos.
Los perros son buenos para trabajar en equipo con personas con discapacidad o en estado vulnerable. Esto se debe a que tienen una actitud de apego hacia las personas; su carácter afectivo, juguetón, leal, y la facilidad que tienen para aprender les convierten en el compañero ideal sin importar la edad o condición de los pacientes.
TAAC
La Terapia Asistida por Animales de Compañía, (TAAC), se conoce desde el siglo XVII, sin embargo, las bases formales de la TAAC se le atribuyen al psiquiatra estadounidense Boris M. Levinson por sus investigaciones realizadas en 1953.
La compañía de un animal doméstico disminuye el sentido de soledad y tristeza y ayuda al bienestar físico y psíquico de una persona, por lo cual la mascoterapia también se puede aplicar en orfanatos, asilos de ancianos, o cárceles.
Rehabilitación profesional
Otro tipo de terapia asistida implica un esquema de rehabilitación estructurado y coordinado por un especialista. Se aplica por un psicoterapeuta o por especialistas en rehabilitación física, cognitiva o psicomotriz a personas con discapacidades físicas o mentales. Se ha comprobado con estudios científicos que este tipo de terapia puede disminuir el dolor en niños, mejorar la insuficiencia cardiaca en adultos y reducir el número de medicamentos que toman los pacientes ancianos. Adicionalmente, fomenta los hábitos de disciplina y responsabilidad, mejora la atención y memoria, articulación y entonación, equilibro, reflejos, postura y control muscular.
Los animales de compañía actúan como coterapeutas sin importar su raza, tamaño o edad, ya que lo importante es su temperamento y docilidad. Requieren de un entrenamiento previo para poder llevar a cabo correctamente su papel.
La TAAC está ganando adeptos en el campo científico y sigue en expansión. Existen diferentes centros especializados en cada ciudad, es importante asesorarse para recibir la atención adecuada a las necesidades del paciente.
Supervisión de profesionales
Como en todo, hay algunos riesgos relacionados con la mascoterapia, como la seguridad, higiene, e incluso pérdida. Por ello, esta terapia siempre debe ser dirigida por profesionales de la salud o de la educación y asesoradas por un médico veterinario. Es importante asegurarse de que el animal de compañía se encuentre en perfecto estado de salud y esté bien alimentado para que dé lo mejor de sí. Siempre es importante que consuma un alimento balanceado Premium o Super Premium de calidad.
Por último, debemos tomar en cuenta que los animales que asisten a pacientes en una terapia no deben ser maltratados, ni se debe abusar del tiempo que dedican a pacientes, evitar que se estresen, y darles su debido descanso, alimento y agua.
Una mascota sana es una mascota feliz