MVZ EMCV (EC) Aline Ixtab Morales Estrada y MVZ EMCV (EC) Alejandro Pérez Castañeda
Siempre que contratamos un servicio en donde alguien se hará cargo de realizar actividades con nuestro perro como salir a pasear, quedarse bajo su cuidado dentro de casa, o bien, al llevarlo a la guardería en donde convivirá con más personas y/o perros, existe la posibilidad de que se fomenten “malas costumbres” que podrían no ser tan agradables para ti.
Si observas cambios de este tipo, quizá deberías revisar dos veces en dónde lo está aprendiendo.
Si notas que…
- Durante los paseos comienza a ladrarle, gruñirle o aventarse a factores específicos (otros perros, ciertas personas, bicicletas, motos, etc.) a los cuales no lo hacía antes, supervisa cómo están realizando el paseo con tu perro, ya que, podría no estar siendo lo adecuado para él.
- Ahora pide comida mientras estás comiendo y esto no lo hacía antes, posiblemente las personas que le cuidan puedan estar promoviendo dicha conducta de forma inconsciente, para ganar su confianza.
- Se hace chiquito o se muestra más tímido cuando lo vas a acariciar o tocar y esto no lo hacía antes, posiblemente lo haga porque alguien ha estado teniendo manejos muy invasivos con él, que lo lleva a sentirse inseguro.
- No quiere irse con la persona de los paseos, de la estética, de la guardería, etc., es porque posiblemente sus manejos no están siendo adecuados para tu perro y se siente amenazado al ver que estará bajo su cuidado.
- Comienza a ladrar para pedir caricias, atención, etc., es porque posiblemente ha aprendido, con sus otros amigos, que es una buena estrategia para obtener lo que desea.
Inaceptables. Cosas que nunca deben suceder en una pensión canina.
