A diferencia de los perros, que a menudo exhiben un afecto evidente hacia cualquiera que les brinde atención, los gatos tienen un enfoque más selectivo y peculiar en sus relaciones afectivas.
Dra. Claudia Edwards Patiño, FMVZ – UNAM
Uno de los aspectos más intrigantes del comportamiento felino es su concepto de figuras de apego felino primarias. Aunque se había argumentado que los gatos son animales solitarios, estudios como el de mi tesis de maestría, recientemente confirmado por etólogos americanos, sugieren que estos felinos establecen fuertes lazos emocionales con ciertas personas, a quienes consideran sus figuras de apego principales.
En contraste con los perros, que pueden tener figuras de apego primarias y secundarias, los gatos tienden a centrar su afecto en una figura principal. Esto significa que, en ausencia de su figura de apego felino principal, el gato puede optar por pasar tiempo solo en lugar de buscar la compañía de otras personas. Esta distinción revela una complejidad única en la forma en que los gatos eligen a quienes otorgan su afecto.
Pero también es fascinante observar cómo un gato puede cambiar su figura de apego felino principal, especialmente cuando la figura original está ausente con regularidad o durante períodos prolongados, y ajustar sus vínculos emocionales según las circunstancias.
Aunque muchos tutores de gatos pueden notar la preferencia de su michi por una figura específica, es esencial comprender que esta elección no es estática. Los gatos son criaturas flexibles en términos de relaciones afectivas y pueden ajustarse a nuevas dinámicas según sus experiencias y necesidades.
Formando relaciones profundas con nuestros gatos
Aceptar la singularidad de las figuras de apego felino primarias y reconocer su capacidad para cambiar estas conexiones proporciona una base sólida para construir relaciones más profundas y enriquecedoras con estos adorables felinos.
Apreciamos mejor a estos animales cuando reconocemos y respetamos su capacidad para formar vínculos emocionales significativos, aunque estos difieran en su naturaleza de los que establecen los perros.
La paciencia y la observación son clave para descubrir y disfrutar plenamente de la rica vida emocional que comparten con nosotros los gatos, sin olvidar lo que siempre digo: Seguimos aprendiendo, porque los gatos no leen los libros de etología, y el tuyo siempre puede comportarse diferente a lo aquí descrito.
Bueno, bueno, mucho apego… pero ¿hasta al baño? ¿Por qué?