¿Los días lluviosos te ponen triste? ¿Te bajonea estar bajo la lluvia? Reprograma esa sensación… con la ayuda de tus perros.
Psic. Fraga Ostos.
Nuestra mente se programa para responder de diferentes maneras según las circunstancias. Para reajustar y reconfigurar nuestros pensamientos, es necesario un ejercicio de consciencia que permita un cambio de enfoque. Popularmente, esto se conoce como “cambiar el chip”, que implica reeducar la mente para distinguir y priorizar lo verdaderamente importante.
Cambiar el chip de pasear bajo la lluvia incluye 4 aspectos:
- Aprender a dar la importancia justa a cada cosa. Por ejemplo, en días lluviosos, evaluar cuánto afecta la lluvia en tus actividades, que quizá en realidad no es mucho.
- Tomarse las cosas con más calma y no dejarse afectar cuando algo sale mal. Mojarse no tiene consecuencias serias, si llegas secarte y cambiarte.
- Asignar a cada cosa su tiempo justo. Recuerda que seguramente no durará mucho la tormenta, es solo algo pasajero.
- Tomar decisiones sin temor a la opinión de los demás. Si no es muy fuerte y a tu perro hasta le gusta, ¡sal a pasear, sin importar que los vean mojarse! ¿A quién le importa?
Puedes buscar aspectos positivos como disfrutar la tranquilidad que trae la lluvia, usar un impermeable y ver la lluvia como algo purificador.
La capacidad de elegir nuestros pensamientos se llama Programación Neurolingüística (PNL). Este modelo, aunque considerado pseudocientífico, sugiere que todas las experiencias aportan algo positivo. Para muchos perros la lluvia es algo divertido, pero incluso si no lo es, usa la necesidad de salir a pasear para que haga del baño, como un aliciente para recordar que, cuando regreses, son muy afortunados de secarse y correr a la cama juntos.
Pero si el trauma es más fuerte… también con perros se cura.