El mundo a través de sus ojos. Luz, color y distancia, ¿cómo las percibe un gato?, ¿qué podemos hacer para compensar sus diferencias?
MVZ Verónica Estrada, Clínica Doctora Cats
La visión felina es tricromática, puede percibir los 3 colores primarios: azul, verde y rojo. El rojo es muy pobremente percibido, casi nulo, mientras que los mejores son los tonos azules, algo muy importante que debemos tomar en cuenta al momento de elegir algún juguete, para que les resulte más atractivo.
Los gatos pueden amplificar la iluminación entre 7 y 10 veces más que los humanos, gracias a que cuentan con una estructura llamada tapetum lucidum, la cual ayuda a reflejar la luz que entra al ojo haciendo que aumente y multiplique la intensidad de la misma.
¿Quién tiene mejor visión?
El tapetum en gatos es mucho mayor que en el perro, y además su pupila con forma de hendidura (rasgada) permite que tengan un mayor control de la luz que ingresa al ojo, ya sea para aumentar o disminuir la intensidad luminosa, otorgando un mejor control de la filtración de la luz que los individuos de pupila circular (humanos y perros) y cuentan con una mayor cantidad de bastones, las células sensoriales que permiten la percepción visual de la luz.
Por su composición ocular, los juguetes y objetos en movimiento les llaman más la atención que los estáticos. Y los tonos azules, los perciben mejor.
Gracias a todos estos factores, la visión felina es increíble de noche, y por ello tienen una vida activa a la hora crepuscular, pues de hecho, durante el día no pueden ver bien por la excesiva luz que llegan a captar.
Aunque perciben una mayor iluminación que nosotros, su agudeza visual es muy mala, pero no le afecta, por ejemplo, no necesita ver de manera especial las características físicas de su presa, sólo necesita poder percibir en gran manera el movimiento que realiza.
La visión felina equivaldría a la de una persona con miopía. Necesitan visualmente más movimiento y menos luz, por eso al estar lejos y acercarnos abruptamente podemos asustarlo, y con esto, provocar una respuesta negativa de su parte.
Viendo una Tabla de Snellen (las letras que vemos de lejos en un examen de la vista), un humano sin patologías oculares a 6 metros vería hasta la línea 8, y un gato apenas hasta la línea 2.