Pocas cosas son tan tristes como el maltrato, daño, abandono o captura de un animal, por razones que deberían estar tan superadas, como una superstición.
Paco Colmenares, Director Editorial
Cuando somos niños, antes de tener acceso a la ciencia o la capacidad intelectual para comprenderla, buscamos explicaciones que rozan lo inverosímil porque la imaginación es así. Pero cuando uno ya es un adulto funcional no hay perdón, ni podemos ser permisivos, si oímos que se guardan todavía ideas sin sustento, ni defensa ética alguna, en las que se daña a un animal porque se quiere conseguir o evitar algo, de manera mágica.
He aquí algunas de las supersticiones respecto a animales más comunes y dañinas, con la explicación que debes usar siempre que las escuches.
Los gatos malvados
No podríamos acabar en un libro con todo lo que se dice de los hermosos gatos, pero veamos un par.
Se dice: Los gatos negros dan mala suerte.
La realidad: No solo esto es falso, sino que probablemente el gato negro sea la versión más evolucionada del animal más perfecto. Un color así de sólido y oscuro, en un animal tan ágil, lo hace un hito de la evolución por el mimetismo y casi invisibilidad que le da. Fuera de esa ventaja para ellos, el color no hace NINGUNA diferencia entre los gatos.
Se dice: Se acuestan en tu cara para asfixiarte.
La realidad: Mientras más cerca de ti, más cómodos se sienten, y si no te mueves, creen que es porque también estás cómodo. Hay personas que al respirar se les mete algo de su pelo y les da tos, como es normal, pero es IMPOSIBLE que este pelo llegue a los pulmones o cualquier otro lugar que no sea tu garganta, y es accidental.
Los colibríes del amor
Se dice: Sus cuerpos disecados “amarran” el amor.
La realidad: Es una de las aves más hermosas de México, uno de los polinizadores más importantes y por su vuelo silencioso no causan más que asombro, pero su ser no transmite energía especial, mucho menos, cuando están muertos. Deben ser SIEMPRE libres, y es un delito quien venda sus cuerpecitos, sea como sea que diga que los consiguió.
Hormonas y órganos
Se dice: El contenido de la vesícula de los osos, tigres, o peces, potencia funciones corporales.
La realidad: Fuera de los venenos, no hay sustancia animal que tenga efectos específicos y constantes sobre el cuerpo humano, pero sobre todo consumir la bilis o cualquier fluido, de mamíferos o peces, no solo es absurdo, sino peligroso para la salud.
Las lechuzas del mal
Se dice: Búhos y lechuzas son brujas transformadas, o emisarios con mensajes del mal.
La realidad: Las películas chafísimas y viejas de terror asociaron a estas hermosas aves con la “malignidad” y la brujería, pero en realidad son rapaces increíbles con capacidades únicas, que solo salen de noche a alimentarse, y prefieren no cruzarse con nadie, mucho menos enviar mensajes.
Nunca te quedes callado, rebate todos estos mitos mágicos con ciencia, pues la vida de los animales, y la subsistencia de algunas especies, dependen de ello.
¿Alguien vende animales para hechizos? ¿Capturaron a un “emisario del mal”? ¡No se diga más! Aquí están los datos y métodos para denunciar ese delito.
