La agresión es un comportamiento normal, pero hay que identificar las circunstancias que detonan su agresividad.
MVZ Gonzalo Chávez Contreras, Coordinador del Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano Animal, de la Universidad Santo Tomás, Chile.
Lo que no debe ocurrir es que nuestras mascotas agredan como filosofía de vida, es decir, que sean sumamente intolerantes al contacto con otros animales o personas, a la manipulación y que siempre respondan de manera ofensiva, eso no es normal, no está bien y hay que trabajarlo.
¿Quiénes muerden?
Es importante porque hay individuos que pueden ser más peligrosos que otros. Desde el punto de vista de las razas de perro, en términos estadísticos (no pretendo estigmatizar a ninguna), los Rottweiler y los Pitbull son las razas que en general la gente manifiesta que les tienen un poco más de temor producto del poder de mordida, pero los perros chicos también muerden, ¡y muerden muchísimo! No podemos decir que, porque es pequeño, no va a hacernos daño, pero claramente las lesiones no van a ser equivalentes a las de un perro grande.
Los gatos también pueden ser muy agresivos y generan lesiones sumamente serias, por lo tanto, cuando estamos conviviendo con uno agresivo no tenemos que confiarnos, sino prestar atención y consultar con un especialista.
Cuando un animal es mordedor/agresivo también está comprometiendo su bienestar animal, ya que daña su vínculo con el humano.
¿Cómo prevenimos?
• Socialización con animales y personas.
- Interactuar desde pequeños y con refuerzos positivos con aromas, personas, contextos, sonidos y manipulación.
- Transportadora. En diversas situaciones de riesgo es favorable que se pueda quedar tranquilo y asociarlo como un lugar seguro.
- Uso de collar, correa y bozal. Por seguridad de los perros y las personas, deben pasear con correa, collar y en caso necesario, bozal.
• Educación familiar y respeto hacia los animales. Educar a los niños a preguntar si pueden o no tocar a un animal.
• No correr riesgos innecesarios.
• Aprender a reaccionar ante una agresión.
• Satisfacer las necesidades del animal. Bienestar en su entorno.
Elige el tipo de bozal de acuerdo con su condición, que sólo restrinja la mordida sin que obstruya su respiración.
¿Qué hacer si uno (o varios perros) nos atacan?
El ataque puede ser por dos razones principalmente: agresión o miedo.
Aquí una serie de acciones que pueden ayudarte a prevenir lesiones graves en caso de que uno o varios perros te ataquen:
• Ante un ataque grupal, los perros irán rotando. Colócate contra un muro para evitar que uno o varios perros te rodeen.
• Evita gritar, manotear o lanzar patadas o correr. Todo el movimiento de brazos y gritos lo que hacen es excitar todavía más a los agresores.
• Evita contacto visual o acariciarlo para calmarlo.
• Los perros pequeños irán a atacar a las piernas.
• Los perros de gran tamaño irán hacia los miembros superiores, tórax y cuello.
• Utilizar una bolsa, cartera, mochila, chamarra o lo que traigas en las manos a manera de defensa, para que se enfoquen en ese elemento.
• Intenta no caer al piso. Coloca las piernas abiertas para tener mayor equilibrio y estabilidad.
• En caso de que caigas al piso durante el ataque, colócate en posición fetal, cruza los brazos para proteger tórax y con las manos cubre tus orejas
… ¿Y cuando un gato ataca?
Los gatos provocan muchas lesiones y son muy ágiles a la hora de atacar. Lo que no debemos hacer es intentar abrazarlo para calmarlo, porque el riesgo de que nos muerda o nos rasguñe es altísimo.
Debemos tomar una manta o alguna tela que tengamos a nuestro alcance y lanzarla sobre él, tomarlo rápidamente y dejarlo en una habitación tranquila completamente cerrada y oscura para que se calme.
Ante cualquier duda siempre acércate a un médico veterinario para descartar algún tema de salud, y en caso necesario, trabajar junto con un especialista en etología canina/felina.
Las personas vulnerables como adultos mayores y niños NO DEBEN manipular un gato enojado.