El almacenar correctamente los alimentos traerá una gran diferencia para tu mascota y tu bolsillo; ya que además de ser más saludable ahorrarás mucho.
Todo dueño de un perro sabe que las croquetas del saco recién abierto le gustan mucho más que el que lleva semanas destapado. Es muy normal porque los sabores y la textura se van perdiendo y el perro lo nota. Para evitar que empiece a dejar de comerlos, tenemos algunos consejos para mantenerlas en su mejor estado.
Cuánto come
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de elegir el tamaño de saco de croquetas es cuánto come nuestra mascota al día y cuánto tiempo va a estar abierto el envase. De esta forma podemos calcular si el perro va a terminar el saco antes de que caduque.
Una vez abierto el saco o bolsa, es un hecho que la calidad del alimento se va a deteriorar; para evitarlo lo máximo posible debemos considerar el envase en el que nos lo venden o adquirir otro que las mantenga mejor por más tiempo.
Paquetes con cierre hermético
Algunas bolsas o costales de croquetas cuentan con un sistema de cierre hermético que permite almacenarlo cerrado a presión, pero conforme el tamaño del empaque crece, cuentan menos con este tipo de cierres. Además, el no cerrarlo correctamente provocará que se siga, a menor ritmo, el proceso de descomposición.
Almacenaje a la sombra
Aún teniendo cierres herméticos, se necesita guardar los alimentos evitando la humedad y la luz solar directa. Por ello es muy recomendable tenerlos en un armario donde no se pueda mojar y permanezca el mayor tiempo en penumbra.
Cuando se adquieren grandes cantidades de alimento (costales de varios kilos) lo más recomendable es dividir el alimento en porciones semanales que guardemos en recipientes herméticos, como un tupper de cocina o un tarro de cristal con tapa. De esta manera, llevaremos mejor control de la cantidad de alimento que ingiere nuestro animal y nos aseguramos de que esté siempre en perfectas condiciones. Evitando abrir y cerrar todos los días el costal, mantenemos el contenido más fresco.
Recipientes especiales
En las tiendas de mascotas existen muchos recipientes grandes de cierre hermético y colores opacos que no permiten el paso de la luz. Con ellos aseguramos que se mantiene la humedad exacta dentro del recipiente y dura mucho el alimento.
Algunos de estos recipientes cuentan con su propio dosificador para no tener que abrir el envase a cada rato.
Almacenando alimentos húmedos
En las dietas caninas también existe el alimento blando. Para este tipo de comida se debe tener mucho cuidado en su guardado, ya que regularmente se descompone en los tres días siguientes.
Las latas de comida húmeda suelen durar más de tres años sin caducar, pero una vez abiertas se deben guardar en un recipiente hermético en el refrigerador, para evitar la aparición de moho o microorganismos nocivos para nuestra mascota.
Si en esos tres días después de ser abierta no se ha consumido la lata en su totalidad, lo mejor es tirarla. Con la comida húmeda hay que tomar las mismas precauciones que con los alimentos para las personas.
Ahorro de dinero
Almacenar correctamente los alimentos nos ayudará a ahorrar dinero y evitaremos que el perro se vea obligado a comer algo que no le gusta. Además, la mala conservación de su comida puede ocasionarles problemas intestinales que seguramente nos harán llegar al veterinario.