Antes de comprar la bolsa completa, debemos pensar ¿son totalmente inofensivos?, ¿pueden causar algún daño?, ¿mi compañero puede disfrutar de cualquier snack deshidratado?
MVZ Ana Paola Velasco Espinosa, MVZ Jaime Camas Rendón, CQVET
Antes la única finalidad de ofrecer un premio o snack deshidratado era recompensar o “condicionar” una conducta definida como adecuada; en la actualidad, es para algunos, una ayuda importante en diferentes condiciones, ya sea medicarlo, motivarlo, distraerlo y sí, educarlo.
Cada tipo de snack deshidratado tiene ventajas y estas deben tomarse en cuenta para definir si son convenientes o no para cada caso en particular.
Puede considerarse que algunos proveen ciertos elementos que suman a la nutrición de nuestros compañeros, incluso hay aquellos que teóricamente pueden contribuir con algún tratamiento prescrito, sin embargo, no se debe pensar que son un sustituto de la alimentación y se recomienda que su administración, para esos casos, sea supervisada y sustentada por un médico veterinario.
¿Está acostumbrado?
Primero debemos tener en cuenta a qué está acostumbrado nuestro compañero, ofrecer snack deshidratado que nunca ha probado o de un ingrediente (pollo, puerco, res) que generalmente no consume, puede generar trastornos repentinos en su condición de salud, ya que podría existir cierta sensibilidad a los componentes del premio.
Los snacks deshidratados, que para algunos el origen, presentación o la pieza por sí misma ya es desagradable, deben revisarse con detenimiento porque si contienen tejidos de origen animal (músculo) deben estar debidamente registrados; esto asegura que el proceso de producción ha sido evaluado y son seguros para su consumo.
En todos los tipos de snack deshidratado es recomendable revisar la caducidad y el proceso al que son sometidos para determinar su seguridad. Aquellos deshidratados, pueden no tener caducidad, pero si las condiciones de empaquetado, conservación o almacenaje no son adecuadas, pueden contaminarse y por ende son un riesgo potencial.
El tamaño del snack deshidratado en relación al tamaño de nuestro compañero debe analizarse, es decir, algunos que pueden contener cartílago, hueso o tejidos queratinizados que por la presentación, pueden requerir más tiempo para tener el tamaño o textura adecuada para ser deglutidos; es necesario recordar que los perros y gatos no mastican, solo parten y deforman para tragar.
¡Elige sabiamente!
Es aquí donde pueden existir más riesgos, trozos grandes que están duros aún, pueden atorarse en cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca, hasta cualquier sitio del intestino; pensemos además que nunca será lo mismo los dedos de las patitas de pollo deshidratadas en un gran danés, a la pezuña de res en un chihuahueño.
No olvidemos tomar en cuenta la presentación y relacionarla al tamaño de nuestro compañero, si es necesario se deben fraccionar para evitar accidentes y los dos puntos más importantes: se debe invertir al menos unos minutos de nuestro tiempo para observar a nuestro compañero mientras consume el snack deshidratado y en caso de dudas o accidentes, asesorarte con su médico veterinario.